Los obispos indios han solicitado al gobierno local medidas urgentes para proteger a las comunidades cristianas tras el ataque en Jaleswar, mientras organizaciones de derechos humanos piden atención internacional.
El reciente ataque a dos sacerdotes y un catequista en la aldea de Jaleswar ha suscitado una fuerte condena por parte de los obispos indios. La agresión, perpetrada por un grupo de aproximadamente setenta personas, ha sido calificada como una violación flagrante de los derechos humanos y un atentado contra la libertad religiosa. Los líderes eclesiásticos han expresado su profunda preocupación por el aumento de la violencia contra los cristianos en la región, subrayando la necesidad de proteger a las minorías religiosas.
En respuesta a estos hechos, los obispos han pedido al gobierno local que tome medidas inmediatas para garantizar la seguridad de las comunidades cristianas. Han enfatizado que es imperativo que las autoridades actúen con celeridad para investigar el incidente y llevar a los responsables ante la justicia. Además, han solicitado un diálogo interreligioso más efectivo para fomentar la paz y la convivencia en El País.
Por otra parte, organizaciones defensoras de los derechos humanos han mostrado su respaldo a los obispos, destacando que este tipo de ataques no solo afectan a las víctimas directas, sino que también generan un clima de miedo e inseguridad entre las minorías religiosas. Han apelado a la comunidad internacional para que preste atención a esta situación y colabore en la promoción del respeto y la tolerancia religiosa en India.
El Papa León XIV ha sido informado sobre estos acontecimientos y ha expresado su solidaridad con las víctimas y sus familias. Aunque no ha intervenido directamente en este caso específico, el Sumo Pontífice ha reiterado en diversas ocasiones su compromiso con la defensa de los derechos humanos y la libertad religiosa en todo el mundo.