Los católicos recuperan el rumbo doctrinal del Instituto Juan Pablo II tras el relevo de Paglia

El Papa León XIV ha dado inicio a su acción de gobierno con una decisión que ha generado una importante repercusión en el ámbito eclesial: el nombramiento del cardenal Baldassare Reina como nuevo Gran Canciller del Pontificio Instituto Teológico «Juan Pablo II» para Ciencias del Matrimonio y la Familia. Reina, que actualmente ejerce como Vicario General de Su Santidad para la Diócesis de Roma y como Gran Canciller de la Pontificia Universidad Lateranense, sustituye en el cargo al controvertido arzobispo Vincenzo Paglia.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó el anuncio oficial el lunes 19 de mayo, confirmando así el primer nombramiento relevante del nuevo pontificado. El cardenal Reina fue creado cardenal por el papa Francisco en diciembre de 2024 y participó como elector en el reciente cónclave que eligió a León XIV. Su perfil destaca por un estilo pastoral cercano, su experiencia académica y una trayectoria vinculada a organismos clave de la diócesis de Roma y al ámbito de la formación eclesiástica.
El comunicado vaticano reza textualmente: «El Santo Padre ha nombrado Gran Canciller del Pontificio Instituto Teológico “Juan Pablo II” para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia al Eminentísimo Señor Cardenal Baldassare Reina, Vicario General de Su Santidad para la Diócesis de Roma y Gran Canciller de la Pontificia Universidad Lateranense».
Amplio rechazo a la gestión anterior
El cardenal Reina sucede en el cargo a Mons. Vincenzo Paglia, cuya etapa al frente del Instituto estuvo rodeada de polémicas. Nombrado en 2016 por el Papa Francisco, Paglia impulsó una profunda reestructuración que fue percibida por numerosos sectores católicos como una ruptura con el legado doctrinal de san Juan Pablo II. Bajo su dirección, se cesó a prestigiosos profesores como monseñor Livio Melina y el filósofo José Noriega, y se eliminaron cursos fundamentales de teología moral.
George Weigel, biógrafo oficial de san Juan Pablo II, describió la situación del Instituto tras las reformas de Paglia como un desmantelamiento sistemático de su misión original: «Lo que originalmente se conocía como el Pontificio Instituto Juan Pablo II para el Matrimonio y la Familia ha sido despojado de manera perentoria y sistemática de su profesorado más distinguido, y sus cursos centrales de teología moral fundamental han sido eliminados». En la misma línea, calificó el nombramiento de Paglia como «desconcertante», acusándole de actuar como parte de una «camarilla de clérigos ambiciosos (y, francamente, no tan brillantes)» que manipularon los Sínodos sobre la familia.
Las críticas no solo provinieron de intelectuales y laicos, sino también del propio entorno académico del Instituto. Profesores como el P. José Granados o el P. Roberto Esteban Duque, así como alumnos y docentes internacionales, denunciaron una deriva ideológica. El papa emérito Benedicto XVI llegó incluso a dar públicamente su bendición al profesor Livio Melina tras su destitución.
Paglia también estuvo envuelto en controversias por sus declaraciones en temas bioéticos como la eutanasia o las uniones civiles, así como por decisiones estéticas que generaron escándalo, como el encargo de un mural con imágenes homoeróticas para la catedral de Terni.
Un Instituto con profundo simbolismo eclesial
El Instituto Juan Pablo II representa un valor simbólico de gran peso dentro de la Iglesia, al haber sido fundado por el pontífice polaco con el objetivo de ofrecer una formación profunda en teología del matrimonio y la familia desde la perspectiva de la doctrina moral católica. Su creación estaba prevista para ser anunciada el mismo día en que el papa sufrió el atentado del 13 de mayo de 1981, lo que ha acentuado su significado providencial dentro del imaginario eclesial contemporáneo.
Con el nombramiento del cardenal Reina, muchos interpretan que el papa León XIV busca restaurar la identidad fundacional del Instituto, devolviendo protagonismo a una visión teológica centrada en la verdad del amor humano y el orden moral natural, frente a lecturas sociológicas más relativistas.
Perfil del nuevo Gran Canciller
El cardenal Baldassare Reina nació en San Giovanni Gemini, Sicilia, el 26 de noviembre de 1970. Fue ordenado sacerdote en 1995 para la diócesis de Agrigento, y se formó académicamente en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde obtuvo una licenciatura en Teología Bíblica.
Su ministerio pastoral y académico ha incluido funciones como asistente de Acción Católica, vicerrector del seminario, párroco, docente de Sagrada Escritura, rector del Seminario Mayor de Agrigento, y miembro de varios órganos diocesanos. En 2022 fue nombrado obispo titular de Acquae in Mauritania y auxiliar de Roma. A lo largo de 2024 asumió funciones clave en la diócesis romana, incluida la administración apostólica de Ostia y el título de arcipreste de San Juan de Letrán. Su lema episcopal, Caritas patiens est (“La caridad es paciente”), sintetiza su orientación espiritual basada en la humildad y el servicio.
Además de este nombramiento, la Santa Sede ha anunciado que el cardenal François-Xavier Bustillo será Enviado Especial para las celebraciones del 350º aniversario de las apariciones del Sagrado Corazón de Jesús en Paray-le-Monial, y que el padre Avelino Chicoma Bundo Chico ha sido designado Jefe de Oficina en el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral.
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