Junio, mes del Sagrado Corazón de Jesús

En el contexto de la espiritualidad católica, el mes de junio se distingue por estar dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, una devoción que refleja el amor divino hacia la humanidad y que se ha enraizado en la tradición de la Iglesia a lo largo de los siglos. Esta consagración no es arbitraria, sino que emerge de un desarrollo espiritual, teológico y litúrgico profundamente arraigado en la doctrina eclesiástica.
La veneración al Sagrado Corazón tiene sus orígenes en los primeros tiempos del cristianismo, con los fieles reflexionando sobre el costado traspasado de Cristo, del cual emanaron sangre y agua, elementos simbólicos de los sacramentos y su entrega total. Durante la Edad Media, esta devoción se intensificó gracias a figuras místicas como Santa Gertrudis la Grande y San Bernardo de Claraval. Santa Gertrudis (1256-1301), monja benedictina alemana, tuvo revelaciones donde pudo reposar su cabeza en el costado abierto de Cristo y sentir los latidos de su corazón. En una visión, interrogó a San Juan Evangelista sobre su silencio respecto a este misterio en su Evangelio, a lo que él respondió que estaba destinado a ser revelado en una época futura para reavivar el amor divino en la humanidad. Similarmente, Santa Matilde de Hackeborn, hermana de Santa Gertrudis, recibió visiones donde Cristo le desvelaba la profundidad de su amor.
Otra precursora importante fue Santa Lutgarda de Aywières (1182-1246), monja cisterciense belga, quien en un intercambio místico pidió y recibió el Corazón de Cristo. Este episodio es uno de los más antiguos relacionados con esta devoción.
El siglo XVII marcó un punto decisivo con las apariciones a Santa Margarita María de Alacoque (1647-1690), religiosa francesa de la Orden de la Visitación. Entre 1673 y 1675, ella tuvo visiones donde Jesús le mostraba su corazón afligido por las llamas, las espinas y las heridas, símbolos del amor divino y del dolor por la ingratitud humana. El 16 de junio de 1675, Jesús expresó su deseo por una fiesta anual para reparar estas ofensas. Obedeciendo este mandato celestial, Santa Margarita María dedicó su vida a propagar estas revelaciones.
San Juan Eudes (1601-1680), reconocido por el Papa León XIII como “Padre, Doctor y Apóstol del culto litúrgico a los Sagrados Corazones”, fue fundamental al organizar las primeras festividades dedicadas al Corazón de Jesús y al Corazón Inmaculado de María. Además, elaboró liturgias específicas para estas celebraciones.
Finalmente, fue el Papa Pío IX quien en 1856 oficializó la solemnidad del Sagrado Corazón para toda la Iglesia universal, estableciendo su celebración el viernes posterior a la octava del Corpus Christi cada año. Este acto papal consolidó junio como el mes para honrar especialmente al Corazón de Cristo.
Santos impulsores y testigos de la devoción
La historia de la devoción al Sagrado Corazón...
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