El Papa León XIV anima a las religiosas a ser ejemplo de amor y servicio en el Vaticano

El Papa León XIV ha recibido a diversas congregaciones religiosas en el Vaticano, subrayando la importancia de la caridad y el servicio desinteresado, y animando a las religiosas a adaptarse a los desafíos contemporáneos.

El Papa León XIV ha recibido a las Hermanas de la Orden de San Basilio Magno, las Hijas de la Divina Caridad, las Hermanas Agustinas del Amparo y otras congregaciones religiosas en el Vaticano. Durante este encuentro, el Pontífice subrayó la importancia de estar "arraigadas y fundadas en la caridad" para poder "sembrar el bien" en el mundo. Esta reunión se centró en reflexionar sobre el papel crucial que desempeñan las religiosas en la sociedad actual.

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En su alocución, el Papa León XIV destacó que las religiosas deben ser un ejemplo de amor y servicio desinteresado. Enfatizó que su misión no solo se limita a sus comunidades internas, sino que también se extiende a toda la humanidad. "Vuestra vida consagrada es un testimonio vivo del Evangelio", afirmó el Sumo Pontífice, animando a las hermanas a continuar con su labor pastoral y social.

León XIV también hizo hincapié en la necesidad de adaptarse a los desafíos contemporáneos sin perder la esencia de su vocación. Señaló que, aunque los tiempos cambian, los valores fundamentales del cristianismo permanecen inalterables. "La caridad es el pilar sobre el cual debéis construir vuestra vida y misión", dijo el Papa, pidiendo a las religiosas que sean faros de esperanza en un mundo necesitado de amor y comprensión.

Por otra parte, el Papa recordó a las congregaciones presentes la importancia de la formación continua y del fortalecimiento espiritual. Mencionó que solo mediante una sólida preparación podrán enfrentar los retos actuales con valentía y sabiduría. "No temáis al futuro; confiad en Dios y en vuestra capacidad para transformar realidades", concluyó León XIV, dejando un mensaje de aliento y compromiso para todas las asistentes.

El Pontífice agradeció finalmente a las religiosas por su dedicación y sacrificio diario. Reconoció su papel indispensable en la Iglesia y en la sociedad, destacando que su entrega es una fuente inagotable de inspiración para todos los fieles. Con estas palabras, León XIV cerró un encuentro marcado por la reflexión profunda y el compromiso renovado con los valores cristianos.