La Adoración Nocturna Femenina de España celebra su centenario en Valencia

El centenario de la Adoración Nocturna Femenina de España se conmemoró en Valencia con actividades que resaltan su legado y su papel en la vida espiritual de las mujeres a lo largo de un siglo.

El pasado 27 de junio se celebró el centenario de la primera vigilia de la Adoración Nocturna Femenina de España (ANFE), que tuvo lugar en la capilla de las Esclavas de la Inmaculada en Valencia. Este evento, que comenzó como una celebración íntima, marcó el inicio de un movimiento que ha perdurado a lo largo de un siglo. La vigilia inicial fue seguida por una ceremonia solemne el 25 de julio del mismo año, presidida por el entonces arzobispo de Valencia, Prudencio Melo, en la Catedral de Valencia.

La ANFE ha desempeñado un papel significativo en la vida espiritual de muchas mujeres en España. A lo largo de estos cien años, ha promovido la adoración eucarística nocturna, fomentando un espacio para la oración y el recogimiento. Este movimiento ha crecido y se ha consolidado, extendiéndose a diversas localidades del país y adaptándose a los cambios sociales y eclesiales.

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En este centenario, se han organizado diversas actividades conmemorativas para celebrar la trayectoria y el impacto del movimiento. Entre ellas, destacan vigilias especiales y encuentros que reúnen a las adoradoras actuales con aquellas que han formado parte del movimiento a lo largo del tiempo. Estas celebraciones no solo honran el pasado, sino que también miran hacia el futuro, buscando renovar el compromiso con los valores fundacionales de la ANFE.

La historia de la ANFE es un testimonio del fervor religioso y del compromiso comunitario que ha caracterizado a sus miembros desde sus inicios. A través de las décadas, este movimiento ha sabido mantenerse relevante, adaptándose a los tiempos sin perder su esencia. El centenario es una oportunidad para reflexionar sobre su legado y proyectar su misión hacia nuevas generaciones.

Este aniversario no solo celebra un hito temporal, sino también una continuidad espiritual que sigue viva en cada vigilia y encuentro organizado por la ANFE. La perseverancia y dedicación de sus miembros han sido fundamentales para mantener viva esta tradición centenaria en España.