Cardenal filipino asegura que “el cambio climático ya es bastante malo" y que "la corrupción lo empeora aún más”

El cardenal Pablo Virgilio David, obispo de Kalookan, arremetió este jueves contra la corrupción gubernamental, a la que atribuyó las graves inundaciones que afectan varias zonas del área metropolitana de Manila, particularmente en las ciudades de Malabon y Navotas, dentro de su diócesis.

A través de una publicación en redes sociales, el cardenal David expresó su profunda frustración por la falta de avances en el control de inundaciones, pese a las cuantiosas inversiones del gobierno nacional. “Ni un ápice de mejora a pesar de los miles de millones de pesos gastados por el gobierno nacional en proyectos de control de inundaciones”, afirmó, instando al público a revisar los informes de la Comisión de Auditoría (COA), de los cuales dijo: “se llevarán la sorpresa de su vida”.

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El prelado acompañó su mensaje con imágenes impactantes de áreas completamente anegadas, incluidas iglesias y comunidades enteras. En su crítica, subrayó que la deficiente ejecución de proyectos de infraestructura no solo agrava los efectos del cambio climático, sino que representa “un desperdicio total de dinero”.

David fue enfático al señalar que no se alcanzarán soluciones sostenibles al problema de las inundaciones mientras persista la corrupción sistémica en el aparato estatal. “Obviamente, el control de las inundaciones en nuestro país tiene que estar precedido por el control de la corrupción”, sentenció.

Crisis por lluvias monzónicas

Las fuertes lluvias monzónicas, intensificadas por ciclones tropicales, han provocado inundaciones generalizadas en diversas regiones del país, incluyendo Metro Manila. Las condiciones han obligado al cierre de escuelas y la suspensión de operaciones en oficinas gubernamentales.

Según datos de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, miles de familias permanecen en centros de evacuación, mientras los gobiernos locales de varias ciudades, incluida Manila, han declarado el estado de calamidad para poder acceder a fondos de emergencia destinados a la rehabilitación y asistencia humanitaria.