Fallece Heliodoro Dols, arquitecto de Torreciudad, a los 91 años

El 28 de mayo de 2025 ha fallecido en Zaragoza, a los 91 años de edad, el arquitecto Heliodoro Dols Morell, autor del santuario de Torreciudad y figura destacada de la arquitectura española del siglo XX. Natural de Valencia, se formó en la Escuela de Arquitectura de Madrid, donde perteneció a la célebre promoción de 1959, junto a nombres como Fernando Higueras, Eduardo Mangada o Luis Peña Ganchegui.
Dols fijó su residencia definitiva en Zaragoza en 1973, tras años dedicados casi en exclusiva, desde 1963, al proyecto del santuario mariano de Torreciudad, obra impulsada por san Josemaría Escrivá de Balaguer. “Me gustó hacer algo para la Madre de Dios”, dejó escrito el arquitecto, evocando los cinco años que vivió a pie de obra, y recordando las palabras de san Josemaría al contemplar el santuario terminado: “Con material humilde, de la tierra, habéis hecho material divino”.
La arquitectura de Torreciudad ha sido reconocida por figuras como César Ortiz-Echagüe, Fernando Chueca Goitia y Regino Borobio Ojeda, quienes han subrayado el armonioso equilibrio entre modernidad y tradición que define el conjunto. Dols supo integrar la arquitectura popular aragonesa y los materiales cerámicos del entorno en un lenguaje contemporáneo, logrando una obra de profunda identidad paisajística y espiritual.
Además de Torreciudad, destacan en su trayectoria el Colegio Mayor Peñalba, la rehabilitación de la basílica de Santa Engracia, y varios proyectos civiles y religiosos en Aragón, como la sede comarcal de la Jacetania en Jaca, los juzgados de Boltaña o el convento de Carmelitas Descalzas en Huesca.
En 2014, la Institución Fernando el Católico reconoció su labor con una distinción a su trayectoria profesional. Este mismo año, Javier Domingo de Miguel ha publicado una monografía titulada «Heliodoro Dols. Tradición, autenticidad, modernidad», en la que se recoge de manera exhaustiva su legado arquitectónico. Heliodoro Dols, doctor arquitecto y maestro de arquitectos, descanse en paz.
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