Jean Sévillia defiende la misa en latín como vía para una mayor sacralidad
El historiador y ensayista francés Jean Sévillia reflexiona sobre la sacralidad de la misa y su vivencia personal de la liturgia en latín en el contexto de los debates actuales en la Iglesia católica.
En una reciente entrevista concedida al semanario francés Le Point, el historiador Jean Sévillia abordó la cuestión de la sacralidad de la misa y explicó por qué, según su experiencia, percibe con mayor intensidad esa dimensión cuando la liturgia se celebra en latín. A partir de su trayectoria como observador de la vida eclesial, subrayó que la lengua litúrgica tradicional facilita tomar distancia del lenguaje cotidiano y favorece una actitud más profunda de adoración.
Sévillia aclaró que esta preferencia no supone un rechazo a la misa celebrada en lengua vernácula, sino una sensibilidad particular hacia el simbolismo y la continuidad histórica que representa el latín en la liturgia romana. En su análisis, esta lengua sagrada, al no coincidir con el habla común, contribuye a diferenciar lo profano de lo consagrado, reforzando así la percepción del misterio eucarístico.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONAEn relación con las recientes orientaciones del Santo Padre sobre la regulación de la liturgia tradicional, Sévillia indicó que el debate trasciende lo meramente estético o identitario y toca el núcleo mismo de la relación de los fieles con el sacrificio de la misa. A su juicio, las diversas sensibilidades litúrgicas dentro de la Iglesia pueden gestionarse sin rupturas si se mantiene como criterio fundamental la búsqueda de santidad y fidelidad a la tradición viva.
El historiador recordó asimismo que para muchos católicos el descubrimiento o redescubrimiento de la misa en latín ha supuesto un camino hacia una mayor profundización espiritual, especialmente entre jóvenes que no vivieron antes del Concilio Vaticano II. En este sentido, consideró que la liturgia tradicional no es un mero vestigio del pasado, sino una realidad que sigue alimentando la fe de una parte del pueblo de Dios.
Sin entrar en polémicas directas respecto a las decisiones del Papa León XIV, Sévillia invitó a contemplar el asunto litúrgico desde una perspectiva de continuidad más que desde el enfrentamiento. Afirmó que a lo largo de los siglos la Iglesia ha experimentado numerosas reformas y ajustes rituales, pero siempre ha procurado preservar el sentido del sacrificio y la presencia real de Cristo en la Eucaristía como elementos innegociables.
En su reflexión destacó también el papel fundamental de los pastores —desde los párrocos hasta el Santo Padre— en acompañar a los fieles vinculados especialmente a la forma tradicional del rito romano. Para Sévillia, una pedagogía paciente y una escucha atenta pueden evitar que las tensiones litúrgicas deriven en fracturas eclesiales, favoreciendo por el contrario una comprensión más profunda de la riqueza contenida en la tradición católica.
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