La hermana Liliana Franco destaca el papel transformador de la vida religiosa en las periferias

La Hermana Liliana Franco Echeverri, presidenta de la Conferencia Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR), ha destacado el impacto transformador de la vida religiosa en las periferias urbanas, enfatizando su rol como un signo de esperanza y un testimonio del Evangelio. Este mensaje fue compartido durante un evento reciente, donde subrayó la importancia de la presencia y el trabajo de las comunidades religiosas en estas áreas desfavorecidas.

En un contexto de marcadas desigualdades y desafíos significativos, la vida consagrada emerge como un faro de esperanza y un testimonio vivo del Evangelio. La Hermana Liliana resalta la relevancia de las comunidades religiosas en las periferias, donde su labor trasciende la asistencia material para también ofrecer un soporte espiritual significativo. A través de un compromiso integral, estas comunidades proporcionan un acompañamiento que fomenta la dignidad humana y el desarrollo integral, reflejando así el amor de Cristo.

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La Hermana Liliana Franco Echeverri, al compartir su experiencia, subraya que la vida religiosa en las periferias no se limita a responder a necesidades inmediatas, sino que también busca ser un faro de luz espiritual. Este enfoque integral ayuda a las personas más vulnerables a mejorar sus condiciones de vida y a sentirse valoradas dentro de la sociedad.

Finalmente, la Hermana Liliana destaca cómo las comunidades religiosas, al vivir entre los más necesitados, actúan como un puente entre la Iglesia y las periferias. Este vínculo es crucial para llevar el mensaje del Evangelio a todos los rincones, demostrando que la fe implica una acción concreta orientada hacia el bien común y la justicia social.