De Oxford a Roma: La revolución de Newman

De Oxford a Roma: La revolución de Newman

Hay personas que llegan a la Iglesia como una brisa suave y otras como un vendaval de gracia. El Cardenal S. John Henry Newman fue ambas cosas: un hombre profundamente sereno y, al mismo tiempo, un auténtico revolucionario. Su visión del papel de los laicos no solo fue adelantada a su tiempo: sigue siendo hoy una llamada urgente para nosotros.

Cuando la Iglesia lo proclamó Doctor Universal, no fue un gesto simbólico. Fue un mensaje claro de Dios: Hay que escuchar a este hombre. Aprender de su audacia y de su fe. A mí, personalmente, me encanta su figura. He de reconocer que me ha fascinado siempre la figura de este santo recién nombrado doctor de la Iglesia.

Newman y el valor de los fieles laicos

Newman no veía a los laicos como simples espectadores, sino como parte viva y esencial de la Iglesia. En una época en la que se tendía a reducir su papel a un silencio obediente, Newman levantó la voz y dijo algo que sigue sonando como un desafío: “Quiero un laicado… que conozca su religión, que la sepa defender, que sea capaz de transmitirla.” La frase está traducida del original pero viene a decir que los laicos tienen voz y a veces esa voz habla con fuerza y razón de doctrina, si se está bien formado. Tanta fuerza que muchas veces los laicos han mantenido la fe encendida cuando no había pastores capaces. Él sabía que el Espíritu Santo no habla solo a través de los obispos y los sacerdotes. Habla también en la fe sencilla de las familias, en la oración de una abuela, en el compromiso callado de un joven que defiende sus valores en la universidad, en el profesional que no negocia su fe en su trabajo. Newman supo reconocer esa fuerza silenciosa del laicado, y pidió a la Iglesia escucharla. Además destacó la importancia de la conciencia individual como una guía moral hasta el punto de que si hay contradicciones, se puede llegar a desobedecer incluso a la autoridad eclesiástica si se actúa con honestidad y buscando la verdad.

Un mensaje urgente para hoy

Y aquí es donde su voz nos golpea el corazón. Porque ¿no vivimos hoy una Iglesia que necesita la fuerza de sus laicos más que nunca?

Necesitamos hombres y mujeres que no solo “vayan a misa”, sino que vivan su fe en medio del mundo, que sean sal y luz en una sociedad que muchas veces parece caminar sin rumbo. Necesitamos laicos formados, valientes, capaces de dialogar sin miedo, de dar razón de su esperanza y de amar a la Iglesia no como espectadores, sino como protagonistas. Newman fue un profeta de esta misión. Su proclamación como Doctor de la Iglesia Universal no es solo un título honorífico. Es un regalo. Dios nos pone delante a Newman para recordarnos que el Evangelio no se vive desde la comodidad, sino desde una fe que se piensa, se reza y se lleva al mundo. Debemos dar gracias. Gracias por este hombre que, sin grandes estridencias, nos enseñó que los laicos no son “un plan B” en la Iglesia, sino el corazón mismo de su misión en el mundo. Hoy, más que nunca, la Iglesia necesita laicos encendidos, comprometidos y valientes. Y eso empieza por cada uno de nosotros. Que no se quede como una cita bonita en un libro. Que no podemos quedarnos de brazos cruzados.

Hagamos de la Iglesia un pueblo vivo, donde cada laico sepa que no está en la grada, sino en el campo de juego.


Iglesia Noticias no se hace cargo de las opiniones de sus colaboradores, que no tienen por qué coincidir con su línea editorial.

Comentarios
0
Mateo Muñoz
2 meses hace
La figura de Newman resalta la importancia de los laicos, pero olvidamos que su papel no es reemplazar a los pastores, sino complementarlos. La fe en la acción y formación no puede sustituir la autoridad de la Iglesia.
Like Me gusta Citar
0
Nerea Valero
2 meses hace
La fuerza de Newman nos desafía a dejar de ser espectadores y tomar el liderazgo en nuestra fe. La Iglesia necesita laicos valientes y bien formados, ¡es hora de encender esa chispa en nuestro día a día!
Like Me gusta Citar
0
Carla Maldonado
2 meses hace
La genialidad de Newman radica en entender que la Iglesia necesita la voz activa y formada de los laicos, no solo como espectadores. Su ejemplo nos desafía a vivir la fe con valentía y compromiso en medio del mundo.
Like Me gusta Citar
0
Xenia Maestre A.
3 meses hace
Lingüista y Literatura Después de leer y reflexionar el documento sobre el pensamiento del Cardenal Newman dentro del desarrollo espiritual de nuestra Iglesia, no puedo decir otra cosa que no sea la profunda coincidencia que me abraza con este gran Doctor de la Iglesia y Alma dedicada al servicio del Amor: " El verdadero cristiano no puede quedarse en las gradas, tiene necesariamente que participar en el campo de juego. Hermosa y profunda reflexión.
Like Me gusta Citar
0
Sofía Lara
3 meses hace
Newman nos recuerda que los laicos son la fuerza silenciosa y crucial de la Iglesia; su llamado a la formación y valentía sigue siendo urgente para transformar el mundo con la fe.
Like Me gusta Citar
Escribir un comentario

Enviar

Publish the Menu module to "offcanvas" position. Here you can publish other modules as well.
Learn More.

Hasta luego