El Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, responde a una carta enviada por el eurodiputado Mihail NeamÈu: subraya que se hace todo lo posible por preservar la Basílica y la presencia benedictina en el Valle de los Caídos, pero insiste en la necesidad de mantener “cierta flexibilidad” para “no perderlo todo”.
El 8 de agosto de 2025, el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, respondió a una carta enviada el 25 de marzo por el eurodiputado Mihail NeamÈu, en la que este expresaba preocupación por los planes del Gobierno español respecto al Valle de los Caídos.
En su misiva, Parolin reconoce el valor religioso del enclave y asegura que “se está haciendo todo lo posible para preservarlo, incluida la continuidad de la presencia de la comunidad benedictina”. Sin embargo, recalca que debe existir “cierta flexibilidad en el enfoque” para evitar —según sus palabras— “el riesgo de perderlo todo”.
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Ese matiz ha sido interpretado por algunos como una señal de que la Santa Sede busca evitar un enfrentamiento frontal con el Gobierno español, optando por una negociación que permita mantener la vida religiosa en el recinto, aun si ello implica aceptar ciertos cambios impuestos desde lo civil.
Dicho enfoque encaja en una línea diplomática ya evidenciada en negociaciones previas: en marzo, el Vaticano y el Gobierno acordaron preservar la sacralidad de la basílica y la presencia de los benedictinos, mientras se permitiría un proceso de “resignificación” de partes no esenciales del conjunto, como el vestíbulo o la cúpula.
El contenido de la carta y el énfasis en la postura del cardenal reflejan la tensión entre la defensa del carácter religioso del Valle y la necesidad de diálogo ante las presiones del poder civil.
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