El cardenal Joan Josep Omella presidió la ceremonia de ordenación diaconal de Antoni Barenys, Eduard Mata y Joan Xipell en la basílica de la Sagrada Família, ante más de 1.200 asistentes.
La basílica de la Sagrada Família fue el escenario de la ordenación diaconal de Antoni Barenys, Eduard Mata y Joan Xipell. La ceremonia, celebrada este domingo, fue presidida por el cardenal Joan Josep Omella, arzobispo de Barcelona, y contó con la concelebración de los obispos auxiliares, David Abadías y Javier Vilanova.
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Durante su homilía, el cardenal Omella recordó a los nuevos diáconos su vocación de servicio. Subrayó que, aunque la ordenación diaconal es un paso hacia el sacerdocio, su esencia como servidores del pueblo cristiano permanecerá. Omella destacó el misterio y el regalo que representa esta vocación para toda la comunidad cristiana.
Ante más de 1.200 asistentes, el arzobispo de Barcelona pidió a los diáconos vivir plenamente el ministerio diaconal, describiéndolo como el fundamento de su consagración a Cristo Servidor. Les animó a contemplar con ternura al crucificado, encontrando en Él la fuerza para amar y servir.
El cardenal Omella también compartió que había felicitado al Papa León XIV por su cumpleaños. En la conversación, mencionó la ordenación de los tres diáconos y recordó que hace un mes y medio ordenó a seis diáconos y seis presbíteros más, transmitiendo las felicitaciones del Papa a los nuevos ordenados.
