El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, presidió la celebración del Domingo de Ramos en la catedral de la Almudena el pasado domingo, marcando el inicio de la Semana Santa en Madrid. La ceremonia, que comenzó a las 11:30 horas, contó con la presencia de obispos auxiliares y el obispo emérito de Almería, Adolfo González Montes.
La celebración inició con el repique de campanas y la congregación de fieles para la bendición de los ramos en la calle de Bailén. Acompañado por los obispos auxiliares José Antonio Álvarez, Vicente Martín y Juan Antonio Martínez Camino, el cardenal Cobo encabezó la procesión alrededor de la catedral, culminando en la explanada del Palacio Real.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONAEn su homilía, el cardenal Cobo destacó la importancia de vivir la Semana Santa con una profunda espiritualidad. "Es esencial enfrentar nuestras contradicciones personales y transformar nuestras heridas a través del amor y sacrificio de Cristo, alejándonos de una visión superficial de estas celebraciones", expresó. Además, subrayó la necesidad de vivir estos días como verdaderos discípulos de Cristo, no como meros observadores.
La procesión se desarrolló bajo un cielo nublado, con los fieles portando ramos de olivo y palmas. Al finalizar el recorrido, los asistentes llenaron el interior de la catedral, decorada para la ocasión, participando activamente en la liturgia del día.
El arzobispo también reflexionó sobre el contexto actual de conflictos y polarización, instando a los fieles a llevar sus sufrimientos a la cruz para que Cristo los transforme. "La fe trasciende las emociones y nos invita a confiar plenamente en el Padre, incluso en momentos de oscuridad", señaló durante la homilía.
Finalmente, la procesión del Señor del Amor y María Santísima de la Anunciación, que se realizó por primera vez este año, simbolizó la llamada a la entrega y al amor incondicional, elementos centrales en la enseñanza de Cristo durante la Semana Santa.
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