La Real Congregación de San Fermín inicia las festividades con el chupinazo en Madrid

La Real Congregación de San Fermín de los Navarros ha dado inicio a sus festividades con el chupinazo en Madrid, seguido de una misa solemne y un ágape popular para celebrar las tradiciones navarras.

La Real Congregación de San Fermín de los Navarros ha comenzado sus celebraciones en honor a su patrón con el tradicional chupinazo. Este evento tuvo lugar el domingo 6 de julio a las 12:00 horas desde el balcón principal de la sede de la congregación, permitiendo un mejor seguimiento desde el patio de la iglesia. El acto fue precedido por los toques del himno de Navarra desde el carrillón de la parroquia.

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Tras el chupinazo, los asistentes disfrutaron de vino y chistorra en el patio de la iglesia. Además, se instaló una tienda donde se podían adquirir pañuelos rojos y productos típicos navarros, lo que añadió un toque festivo y tradicional al evento.

El lunes 7 de julio se celebrará una Misa solemne a las 20:00 horas, presidida por José María Arregui, provincial de los franciscanos de la Provincia de Aránzazu. Durante la misa, el grupo Voces Navarras de Estella interpretará la Misa navarra del padre Martínez Arrechea, SJ. Esta ceremonia es un momento central en las festividades.

Posteriormente, se llevará a cabo un ágape popular en el patio de la congregación. Los asistentes podrán disfrutar de una cata de productos navarros acompañada por música y canciones. Este evento busca fomentar la convivencia y celebrar las tradiciones navarras.

En cuanto a San Fermín, fue el primer obispo de Amiens y es conocido por haber sido decapitado a los 31 años. Nacido en Pamplona en el siglo III, su vida estuvo marcada por su dedicación a la evangelización. Tras predicar en Navarra, se trasladó a Amiens donde organizó la iglesia local y fue nombrado obispo a los 24 años.

La historia cuenta que San Fermín nació en Pompaelo (actual Pamplona) y fue bautizado junto con sus padres por San Saturnino de Tolosa. Bajo la tutela del predicador Honesto, Fermín aprendió sobre religión y evangelización antes de ser ordenado en Tolosa. Su legado perdura como patrón de varias cofradías y su festividad se celebra cada 7 de julio.

En 1186, una reliquia de su cabeza fue llevada desde Amiens a Pamplona por el obispo Pedro de París. San Fermín es venerado como patrón no solo en Navarra sino también en Amiens y Lesaca, reflejando su influencia histórica y espiritual en estas regiones.