El obispo de Alcalá anima a fomentar la fe entre los jóvenes durante los campamentos de verano

El obispo de Alcalá de Henares, Antonio Prieto Lucena, ha publicado una carta pastoral en la que subraya la importancia de transmitir los valores cristianos a los jóvenes y fomentar su educación religiosa.
En una carta dirigida a todos los diocesanos, el obispo de Alcalá de Henares, Antonio Prieto Lucena, ha invitado a aprovechar el verano como una oportunidad privilegiada para acercar a los jóvenes a la fe, especialmente a través de los campamentos organizados por la diócesis y las parroquias.
“La pastoral con los niños, adolescentes y jóvenes es exigente”, advierte el prelado, señalando que la actual “mentalidad materialista y secularizada” dificulta que los jóvenes se cuestionen el sentido de la vida o descubran a Jesucristo como su camino. A pesar de ello, Prieto insiste en que “el corazón de los jóvenes está hecho para Dios” y que muchos de ellos, aunque no lo expresen abiertamente, desean un encuentro con Cristo en ambientes adecuados.
El obispo pone en valor el papel de los campamentos de verano como uno de esos espacios propicios para el despertar y maduración de la fe. “Salir de casa, de las comodidades y de las pantallas”, afirma, permite al joven abrirse al encuentro con Dios y con los demás en un clima de naturaleza, amistad y servicio. Cita además la experiencia bíblica del pueblo de Israel en el desierto como metáfora del crecimiento espiritual que se produce cuando se deja atrás la seguridad y se entra en una dinámica de búsqueda y confianza.
Prieto Lucena destaca también el valor de las relaciones auténticas que se generan en estos contextos, alejadas de intereses mundanos. “No tener que estar aparentando todo el tiempo da mucha libertad y los jóvenes lo necesitan”, subraya. Asimismo, resalta la importancia del servicio, el deporte, el juego compartido y la oración como elementos que consolidan una alegría duradera, muy distinta de la que ofrecen el placer inmediato o el consumo.
En su carta, el obispo agradece los esfuerzos de parroquias, asociaciones y la Delegación de Infancia y Juventud de la diócesis por organizar iniciativas como “Holy Complurrutum”, el próximo campamento diocesano infantil y la participación en el Jubileo de los jóvenes en Roma a finales de julio.
“La alegría del servicio y de la entrega a Cristo y a los demás es profunda y duradera”, concluye. Y anima a toda la comunidad diocesana a implicarse en esta tarea evangelizadora, convencido de que “los niños que hoy van a los campamentos de verano serán los cristianos del futuro”.
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