Con barba veraniega, monseñor César García Magán celebró la víspera de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen en la catedral de Toledo este pasado jueves 14 de agosto.
Monseñor Cesar García Magán, obispo auxiliar de Toledo y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, ha estado estos últimos días en el punto de mira a consecuencia del comunicado sin firma que publicó la CEE en apoyo y defensa de "nuestros hermanos musulmanes" a raíz de la polémica de estos últimos días por la decisión adoptada por el equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Jumilla de no permitir que se use un polideportivo municipal para que se celebre la fiesta del Cordero.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONALas palabras de García Magán sobre la Virgen han quedado eclipsadas y en un muy secundario lugar tras sus palabras finales antes de terminar la homilía donde, sin citar a nadie expresamente, se lanzó al cuerpo a cuerpo contra Vox y los católicos que en estos últimos días han manifestado su disgusto con cierta parte de la jerarquía eclesial española.
Con media sonrisa, típica de alguien que sabe que ocupa un cargo de responsabilidad y se siente protegido e intocable, se dirigió a los fieles congregados en la catedral de Toledo y lamentó que "recientemente se escucha un nuevo eslogan que es una barbaridad teológica que ha sustituido al 'Jesucristo sí, Iglesia no', por el 'Iglesia sí, obispos no', olvidando que no hay Iglesia de Jesucristo fuera de la sucesión apostólica".
García Magán, que todo apunta a que no repetirá como secretario general de la CEE, afirmó que "no es una opinión, no es una opción, es una realidad constituida y constituyente". El obispo auxiliar de Toledo sacó toda la artillería y aseveró que "lamentablemente se vuelven a escuchar eslóganes que en el primer tercio del siglo XX se escucharon furibundos y tremendos contra el Evangelio y contra la Iglesia, que hoy son pronunciados por algunos de los supuestos herederos de los que en aquel primer tercio del siglo XX defendieron la Iglesia y muchos de ellos al precio de su sangre con el martirio".
En clara alusión a los simpatizantes católicos de VOX y críticos con los obispos por su gestión de la polémica de Jumilla o con el Valle de los Cañidos, César García Magán reiteró que "algunos de esos supuestos herederos ideológicos son los que hoy lanzan eslóganes que jamás se tendrían que volver a oír en la historia de España y mucho menos pronunciados por sedicentes católicos".
