El arzobispo de Zaragoza presidió la ceremonia en la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora, destacando la importancia del altar como centro espiritual y obra del artesano José Félez.
El pasado 9 de septiembre, Carlos Escribano, arzobispo de Zaragoza, presidió la ceremonia de consagración del nuevo altar en la parroquia de la Natividad de Nuestra Señora en Andorra, Teruel. Este evento se celebró coincidiendo con las festividades de la Natividad de la Virgen, lo que añadió un significado especial a la ocasión. La obra del altar fue realizada por el artesano alcorisano José Félez, quien ha destacado por su habilidad y dedicación en trabajos eclesiásticos.
Durante la ceremonia, el arzobispo Escribano subrayó la importancia de este tipo de actos litúrgicos para fortalecer la fe y la comunidad parroquial. La consagración del altar es un momento significativo en la vida de una parroquia, ya que simboliza el centro espiritual donde se celebra la Eucaristía. Además, el nuevo altar es una pieza artística que refleja tanto tradición como devoción.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONALa participación de los fieles fue notable, mostrando su entusiasmo y compromiso con su parroquia. Este evento no solo marcó un hito en la historia local, sino que también reforzó los vínculos entre los miembros de la comunidad. La presencia del arzobispo Escribano fue recibida con gratitud y alegría por parte de los asistentes, quienes valoraron su cercanía y apoyo constante a las parroquias de su diócesis.
