Los católicos chinos se unen en oración en Sheshan por la libertad religiosa y la unidad de la Iglesia

El 24 de mayo, comunidades católicas en China conmemoraron la Jornada de Oración por la Iglesia en China en el santuario de Sheshan, cerca de Shanghái. Esta celebración, instaurada por el Papa Benedicto XVI, se ha convertido en un símbolo de unidad y fe para los creyentes del país asiático, destacando especialmente en uno de los centros marianos más significativos para los fieles católicos chinos.
La jornada incluyó diversas manifestaciones religiosas como misas, procesiones y momentos dedicados a la oración ante la Virgen María, venerada como patrona del santuario. Este enclave espiritual es un punto de encuentro anual para los católicos que buscan renovar su compromiso de fe y solicitar la intercesión de la Virgen para fortalecer a la Iglesia en China.
La celebración ocurre en un contexto de restricciones gubernamentales a las prácticas religiosas, lo que confiere un significado especial a esta expresión pública de devoción y comunión eclesial. Para muchos fieles, representa una oportunidad para manifestar su identidad cristiana y su esperanza en un futuro con mayor libertad religiosa.
Desde su establecimiento por el Papa Benedicto XVI, la Jornada de Oración ha servido para invocar la unidad entre los católicos chinos y fortalecer los vínculos con la Iglesia universal. En un país donde las relaciones entre la Iglesia y el Estado son complejas, este día se presenta como una ocasión para reflexionar sobre el fortalecimiento comunitario y reafirmar la fidelidad al mensaje evangélico.
Escribir un comentario