El cardenal Gerhard Müller aborda en una entrevista temas como el asesinato de Charlie Kirk, el "Jubileo LGBT" y la creciente amenaza del islam.
ROMA, 17 de septiembre de 2025—Recientemente, en Roma, tuve la oportunidad de conversar con el cardenal Gerhard Müller, ex prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, en una discusión que abarcó diversos temas. En la primera parte de esta entrevista, Su Eminencia reflexiona sobre el brutal asesinato del conservador cristiano y fundador de Turning Point USA, Charlie Kirk, a quien califica como un "mártir por Jesucristo".
Durante nuestra conversación, también abordamos los primeros meses del pontificado del Papa León XIV, así como una serie de cuestiones apremiantes, incluyendo la creciente amenaza del islam, su relación con las ideologías radicales anti-cristianas actuales, y el reciente escándalo en torno al "Jubileo LGBT" sancionado por el Vaticano y liderado por el padre James Martin.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONAEl cardenal Müller expresó que Charlie Kirk fue víctima de una ideología atea, cuyos seguidores celebraron satánicamente su asesinato. Destacó que Kirk, un devoto cristiano, murió como un mártir por Jesucristo, no en el sentido de los canonizados, sino como uno que dio testimonio a través de su vida, defendiendo la verdad de que el hombre está hecho a imagen de Dios.
En cuanto al nuevo pontificado, el cardenal Müller percibe un enfoque más centrado en Cristo y menos énfasis en asuntos secundarios para la Iglesia, como la migración. Subrayó la importancia de evangelizar a los que llegan a Europa, no solo proporcionando ayuda material, sino también la verdad del Evangelio.
Respecto al islam, el cardenal Müller advirtió sobre la instrumentalización de esta religión por parte de los wokeistas para socavar la identidad cristiana y la tradición occidental, aunque destacó que el islam rechaza los objetivos del wokeismo, como la homosexualización de la sociedad.
El cardenal Müller también criticó el "Jubileo LGBT", calificándolo de sacrilegio y un abuso de la fe católica, y destacó la importancia de proclamar la verdad sin compromisos, como lo hizo el Concilio de Nicea al denunciar a Arrio como hereje.
Finalmente, el cardenal Müller reflexionó sobre el deseo del Papa León XIV de superar la polarización ideológica dentro de la Iglesia, enfatizando que esto no puede lograrse mediante el compromiso, sino hablando la verdad, que inevitablemente divide entre quienes siguen la Palabra de Dios y quienes no.
