Un juez mexicano procesa a un sacerdote de los Legionarios de Cristo por abuso sexual de menor

Un juez del Estado de México decidió este martes vincular a proceso penal al sacerdote Antonio Cabrera, miembro de la congregación religiosa Legionarios de Cristo, por su presunta participación en múltiples abusos sexuales contra un menor de edad desde el año 2004.

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Durante una audiencia celebrada en el Estado de México —entidad vecina a la capital del país—, la Fiscalía estatal formalizó la acusación contra el clérigo por el delito de violación en agravio. Cabrera fue detenido el pasado 11 de junio en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México tras arribar en un vuelo procedente de Madrid.

Según la Fiscalía, el religioso está siendo investigado por su probable implicación en al menos tres eventos distintos de violación sexual en perjuicio de una misma víctima, menor de edad. Uno de los hechos ocurrió presuntamente el 16 de mayo de 2004, cuando Cabrera habría sometido a la víctima para agredirla sexualmente. Otros dos episodios se remontan a abril de 2007, cuando habría amenazado con violarla, y al 23 de diciembre de 2011, fecha en la que se denunció una nueva agresión. Las investigaciones se iniciaron formalmente en diciembre de 2024, a raíz de las denuncias presentadas por la víctima.

'Caso padre Marcelino' en España

Mientras tanto, en España, el Juzgado de Instrucción número 7 de Madrid decidió suspender este martes las declaraciones previstas de dos profesoras del colegio privado Highlands El Encinar, investigadas por presuntamente encubrir abusos sexuales cometidos por el sacerdote Marcelino de Andrés —también de los Legionarios de Cristo— contra varias alumnas menores de edad.

La jueza Susana Trujillano accedió a la solicitud de una de las docentes para aplazar su comparecencia como imputada y extendió la decisión a la segunda profesora implicada, así como al exdirector del centro, quien había sido citado en calidad de testigo. Los tres deberán acudir a declarar el próximo 19 de septiembre.

Estas profesoras fueron señaladas por una de las menores víctimas, quien afirmó haberles informado en reiteradas ocasiones de los tocamientos en sus partes íntimas que el excapellán del colegio le realizaba. En el auto judicial con el que se formalizó su imputación, la jueza expone que la niña "se lo dijo a los profesores todas las veces que le pasaba y que le pasaba desde febrero a mitad de marzo, todos los días de la semana menos sábados y domingos".