El cardenal Cobo invita a Madrid a celebrar el Corpus Christi en unidad
El cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, invita a las familias y comunidades a participar en la procesión del Corpus Christi el 22 de junio, destacando la Eucaristía como fuerza de unidad y esperanza.
La Iglesia universal se prepara para la celebración de la solemnidad del Corpus Christi, una festividad que el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, describe como "grande y luminosa". En una carta especial, el cardenal destaca la presencia viva de Jesús entre los fieles y su llamado a la unidad como sacramento vivo en el mundo. Subraya que Jesucristo permanece siempre con nosotros, sin dejarnos solos.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONAEl Cardenal Cobo insta a las familias y comunidades creyentes a celebrar conjuntamente esta festividad como Iglesia diocesana. Resalta que la Eucaristía es más que un tesoro para guardar; es una fuerza para salir al mundo. El lema de este año, "alimento de esperanza", se refleja en la procesión diocesana del Corpus, un gesto profético para llevar esperanza a las calles y afirmar que Dios está presente entre su pueblo.
El arzobispo de Madrid enfatiza que la fe no debe vivirse de manera aislada o anónima. La procesión del Corpus es una manifestación de una Iglesia unida que da testimonio de Cristo en una ciudad plural y sedienta de sentido. La Eucaristía impulsa a los creyentes hacia la unidad, fraternidad y compromiso con los más necesitados.
La procesión del Corpus tendrá lugar el domingo 22 de junio a las 19:00 horas desde la catedral de la Almudena. El cardenal Cobo invita a todas las parroquias a participar con sus cruces parroquiales, símbolo de identidad y fe compartida. Cada comunidad estará representada por sus miembros, desde niños hasta adultos, reflejando unidad y fe viva.
El cardenal concluye afirmando que el Corpus Christi es un sí tanto a la presencia real de Jesús como a la comunidad que camina unida como peregrinos de esperanza. Esta celebración se presenta como un gesto profético de unidad y un canto de esperanza desde la experiencia del pueblo de Dios en Madrid.
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