El Obispo de San Sebastián decreta una oración fija por la paz y la concordia en las misas de la capilla del monumento al Sagrado Corazón de Urgull

El obispo de San Sebastián, Fernando Prado Ayuso, ha emitido un decreto en el que establece la incorporación de una oración específica en todas las celebraciones litúrgicas que se lleven a cabo en la capilla del monte Urgull, situada bajo el monumento al Sagrado Corazón de Jesús.
La disposición responde a una tradición arraigada desde los inicios de los actos religiosos celebrados en este emblemático lugar. Estas celebraciones, especialmente la Eucaristía, han incluido históricamente súplicas dirigidas a Dios, por medio del Corazón de Cristo, pidiendo su bendición para los habitantes de Gipuzkoa y, de manera particular, para los donostiarras.
“El monumento al Sagrado Corazón ha querido ser, desde su concepción, un canto a la paz, al amor y a la concordia, alejado de cualquier ideología política”, afirma el decreto episcopal. En este sentido, se subraya que la figura de Cristo con los brazos extendidos simboliza una bendición abierta a todos, tanto locales como visitantes, y representa un signo de identidad ciudadana.
Nueva fórmula de oración
A partir de ahora, todas las misas y actos litúrgicos celebrados en la capilla deberán incluir imperativamente la siguiente invocación: «PARA QUE LA PAZ, EL AMOR, Y LA CONCORDIA QUE BROTAN DEL CORAZÓN DE CRISTO CREZCAN Y SE FORTALEZCAN EN LAS FAMILIAS Y EN LOS HABITANTES DE TODA GIPUZKOA».
El obispo argumenta que esta decisión se fundamenta en la tradición cristiana de “orar por los vivos y por los difuntos”, considerada una obra de misericordia. Además, pretende reforzar el carácter espiritual y conciliador del lugar, promoviendo valores universales en medio de la vida social y familiar de Guipúzcoa.
El decreto ha sido publicado este pasado viernes 27 de junio -en la festividad del Sagrado Corazón de Jesús- en el Boletín Oficial del Obispado y entra en vigor de forma inmediata.
Ataques políticos contra el monumento
El decreto del obispo donostierra llega en un momento en el que se ha intensficado la ofensiva de la izquierda y de los separatistas vascos contra la escultura de más de 12 metros de altura por "ser franquista". Tanto Bildu como Podemos quieren derribar este monumento que se erigió en 1950, pero que sus orígenes se remontan a 1926.
Proetarras y separatistas consideran que que se trata de un monumento que «exalta la dictadura franquista» y, en consecuencia, «constituye un elemento contrario a la memoria democrática», según aseveran las formaciones políticas.
El Obispo de San Sebastián ya salió al paso de la polémica y defendió que «su génesis y su finalidad responden a una motivación exclusivamente religiosa y popular, ajena a cualquier propaganda».
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