La obra de Elise Ann Allen sitúa a León XIV en el contexto de la teología de la liberación y analiza el papel del Opus Dei en Perú.
La biografía de León XIV, elaborada por la periodista Elise Ann Allen, destaca el contexto eclesial latinoamericano de las décadas de 1960 y 1970, marcado por la expansión de la teología de la liberación. La autora presta especial atención al papel de movimientos como el Opus Dei, el Sodalitium Christianae Vitae y el Camino Neocatecumenal, a los que describe como sectores que mantuvieron una postura crítica frente a una corriente que era percibida por muchos como ideologizada y cercana al marxismo.
Según Allen, en aquellos años la Conferencia Episcopal Peruana carecía todavía de obispos vinculados a estas realidades eclesiales, y el episcopado mantenía un perfil mayoritariamente progresista. El sociólogo José Luis Pérez Guadalupe apunta en esa línea que la presencia de dichas instituciones se consolidó en etapas posteriores.
Dentro de este marco, la autora introduce la figura de Robert Prevost, hoy Papa León XIV, destacando su estilo pastoral en Chiclayo. Allen subraya que su cercanía con los fieles, su atención a las necesidades sociales y su capacidad de acompañamiento durante crisis políticas y desastres naturales lo distinguieron de otros perfiles episcopales. En palabras de la periodista, esta forma de ministerio le permitió ganarse un fuerte afecto en la diócesis.
El libro plantea así un doble eje de lectura: por un lado, la influencia de los movimientos eclesiales que defendieron con firmeza la ortodoxia frente a la teología de la liberación; por otro, la manera en que Prevost desplegó un ministerio pastoral caracterizado por la justicia social, la participación de los laicos y la proximidad al pueblo. La autora utiliza este contraste para resaltar la singularidad del futuro pontífice, sin que ello implique necesariamente un enfrentamiento personal con el Opus Dei u otras realidades eclesiales.