La conferencia episcopal Tarraconense ha aprobado la integración de seminaristas de Barcelona y San Feliu en el Seminario Mayor Interdiocesano de Cataluña.
La Conferencia Episcopal Tarraconense (CET) celebró los días 9, 10 y 11 de julio su 259ª reunión en la Residencia La Inmaculada de Prats de Cerdanya. El encuentro estuvo marcado por decisiones clave en materia de formación sacerdotal, migraciones, catequesis y sinodalidad.
Uno de los puntos centrales fue la incorporación, a partir del curso 2025-2026, de los seminaristas de las diócesis de Barcelona y Sant Feliu de Llobregat al Seminario Mayor Interdiocesano de Cataluña, una decisión adoptada por unanimidad. De este modo, los ocho seminaristas de estas diócesis se unirán al centro común que ya agrupa a vocaciones de la mayoría de diócesis catalanas. Además, se nombró a Romà Casanova, obispo de Vic, como obispo delegado para el acompañamiento de este seminario durante los próximos cinco años.
El equipo formador para el próximo curso estará compuesto por una decena de sacerdotes y religiosos, entre ellos Mn. Pere Oliva, Mn. Ignasi Fuster y Mn. Jordi Font, con representantes jesuitas y salesianos para la dirección espiritual. Cada diócesis mantendrá, además, un presbítero enlace con el seminario.
Otro de los temas destacados fue la inmigración. Los obispos catalanes, liderados por el responsable del área, Fray Xabier Gómez García, reiteraron su respaldo a una regularización extraordinaria de inmigrantes (unos 500.000), tal como propone una iniciativa legislativa popular en el Congreso. Insistieron en el derecho a migrar de forma segura y en el deber cristiano de construir comunidades acogedoras, rechazando los discursos de odio y las deportaciones masivas “no conformes con el Evangelio”. De este modo, los prelados catalanes se meten de lleno en el barro político al arengar implicitamente a los fieles para que no apoyen las propuestas de Vox en materia migratoria.
En el ámbito de la sinodalidad, el obispo de Solsona, Francesc Conesa, presentó las nuevas “Pistas para la implementación del Sínodo 2025-2028”, destacando la necesidad de seguir promoviendo una Iglesia participativa en todas las diócesis.
También se abordó la atención a las víctimas de abusos. La responsable del Servicio del arzobispado de Barcelona, Anna Vilà, junto a David Abadias, propuso un encuentro de coordinación entre todos los servicios diocesanos, iniciativa que fue bien acogida por los prelados.
Los responsables del Secretariado Interdiocesano de Catequesis (SIC) presentaron nuevos materiales formativos para adolescentes, inspirados en el catecismo “Testimonios del Señor”. Asimismo, se renovó por tres años a Mn. Juan Águila como director del SIC. En el campo educativo, se informó sobre los avances del Ateneo Universitario Sant Pacià y el acceso online a documentos eclesiales.
Entre otras decisiones, los obispos aprobaron el presupuesto de la CET para 2025 y designaron nuevos presidentes en áreas como liturgia y arte sacro. También se informó sobre eventos próximos como el Jubileo de los Jóvenes en Roma (julio), el de los catequistas (septiembre), y la celebración del 25 aniversario del catecumenado, prevista para el 11 de octubre en la Sagrada Familia.
Finalmente, se compartieron informes sobre comunicación, educación religiosa, vocaciones y el próximo encuentro de jóvenes en Montserrat, el 25 de octubre. El encuentro marcó además la primera participación del nuevo obispo de Urgell, Josep Lluís Serrano Peinado, en una reunión de la CET.
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