El cardenal arzobispo de Lima se mete en política española para criticar la propuesta de VOX sobre inmigración

Desde el púlpito de la catedral de Lima, el cardenal Carlos Castillo ha opinado sobre la crisis migratoria que atraviesa España y se ha pronunciado en contra de las propuestas de deportaciones masivas que exige el partido Vox.

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Acompañado por el cardenal Pedro Barreto y por el sacerdote español Jordi Bertomeu oficial del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, el cardenal peruano ha vuelto a pisar un charco del que veremos cómo sale parado.

Reflexionando sobre el pasaje evangélico de Lucas (10,38-42), que narra la visita de Jesús a la casa de Marta y María, el cardenal Castillo destacó la tradición de acogida del pueblo hebreo: “Cuando nos visita alguien, lo acogemos porque es Dios que nos viene a visitar”. Esta idea, subrayó, permite entender la actitud afanosa de Marta y la contemplativa de María, ambas necesarias, pero en equilibrio: “Nos distraemos de lo esencial, que es escuchar y conversar con el Señor”.

Para el arzobispo limeño, esta actitud de escucha profunda es clave en un tiempo marcado por la prisa, la deshumanización y el adoctrinamiento religioso: “Nos hemos dedicado a adoctrinar, en vez de confrontar nuestra vida con el Evangelio. Enseñamos a repetir de memoria, y eso no deja espacio a la novedad, ni al encuentro que transforma”.

Crítica a discursos excluyentes: alusión directa a España

En uno de los momentos más directos y críticos de su homilía, el cardenal Castillo condenó los discursos políticos que estigmatizan a los inmigrantes, aludiendo específicamente a unas recientes declaraciones en España: “En España hay un congresista que ha dicho que están ‘sobrando’ ocho millones de migrantes. ¿Sobrando? ¿Y a dónde van a ir? ¿Son sobra, entonces? ¿Acaso no están ‘sobrando’ algunos dirigentes que no hacen nada por la gente? Y, sin embargo, nunca decimos nosotros que sobran, también son importantes”.

Con estas declaraciones, el sucesor de Cipriani al frente del arzobispado de Lima, se mete de lleno en la batalla política que parece traspasar las fronteras de la península Ibérica. Las palabras del cardenal Carlos Castillo son una crítica al partido político VOX quien lleva varios días defendiendo la necesidad de hacer deportaciones masivas a consecuencia de los disturbios e inseguridad provocados por inmigrantes de origen magrebí como en Torre-Pacheco. Aún así, el arzobispo de Lima insitió en que “tenemos el deber de ayudarnos a salir del entrampamiento del odio y del desprecio, como lo estamos viendo en estos días”.

Una fe viva, no doctrinal

Castillo remarcó que el cristianismo no es un recitado de fórmulas, sino una experiencia vital que se confronta con la vida: “Jesús no impone. Va caminando, conversando, comprendiendo. Los discípulos nacen del trato profundo con Él. Por eso, la conversación y la acogida son fundamentales”.

Finalmente, el purpurado alentó a los fieles a redescubrir la sabiduría que nace del encuentro humano y del diálogo, como vía para superar los conflictos sociales y personales: “Sabiendo que lo principal es conversar con el Señor, que este día nos permita encontrar una forma nueva de salir de nuestros problemas: conversando”.