La Asociación Internacional de Exorcistas ha emitido un decálogo que advierte sobre los peligros ocultos de Halloween, describiéndolo como una celebración de raíces paganas y satanistas.
La Asociación Internacional de Exorcistas ha publicado un documento titulado “¿Qué es realmente Halloween? ¿Cómo no caer en su trampa?”, en el que se presenta un decálogo destinado a desenmascarar lo que consideran la realidad oculta detrás de esta popular festividad. Según la asociación, Halloween es una celebración que, aunque aparentemente inofensiva, esconde un trasfondo oscuro vinculado al neopaganismo y al satanismo.
El decálogo, dirigido especialmente a los medios de comunicación, advierte que Halloween fomenta una ritualidad global que principalmente involucra a jóvenes y niños, y que detrás de la diversión se oculta un proyecto oscuro que busca iniciar a las nuevas generaciones en el mundo de las tinieblas. La Asociación Internacional de Exorcistas subraya que Halloween tiene sus raíces en la celebración pagana de Samhain, originaria del mundo celta, donde se practicaban ritos mágicos y sacrificios.
Con la cristianización de las islas británicas, la celebración de Samhain fue reemplazada por la solemnidad del Día de Todos los Santos, una fiesta de luz y esperanza. Sin embargo, la reinterpretación de Halloween por la sociedad estadounidense ha llevado a que esta festividad se convierta en un evento consumista, desvinculado de su contenido de fe, y que vuelva a enraizarse en la magia, el horror y la muerte.
El documento también señala la vinculación de Halloween con el satanismo y la neobrujería, mencionando que para los satanistas, la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre es la principal celebración de sus rituales. Además, se advierte que la participación en Halloween, incluso sin mala intención, puede poner a las personas en comunión con corrientes espirituales malignas, haciéndolas más vulnerables a las acciones del demonio.
La Asociación Internacional de Exorcistas también alerta sobre el peligro que representa la preparación de Halloween, ya que algunos materiales y dibujos pueden ser una puerta de entrada para que los más pequeños contacten con sectas o grupos ocultistas. El decálogo concluye con un llamamiento a no caer en la trampa de Halloween y a vivir la alegría de la santidad.