Arévalo reúne a más de 1.300 jóvenes en el XXXIII Encuentro Deportivo Salesiano

El espíritu salesiano volvió a brillar con fuerza el pasado sábado en la localidad de Arévalo, que se convirtió en epicentro de convivencia, deporte y educación en valores con la celebración del XXXIII Encuentro de Jóvenes Deportistas Salesianos.

La jornada, organizada por la Comisión Inspectorial del Deporte Educativo de Salesianos Santiago el Mayor, reunió a más de 1.300 jóvenes de 12 casas salesianas distintas, en una verdadera fiesta de la educación integral.

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Desde primera hora de la mañana y hasta bien entrada la tarde, las instalaciones del colegio Salesianos Arévalo, así como otras zonas deportivas de la ciudad, fueron escenario de intensas competiciones en cinco disciplinas: fútbol sala, fútbol 8, fútbol campo, voleibol y baloncesto. En total, 117 equipos disputaron encuentros cargados de emoción, alegría y, sobre todo, compañerismo.

Más que deporte: una experiencia educativa

Lejos de centrarse exclusivamente en el resultado, el encuentro apostó por una visión del deporte como herramienta formativa. El esfuerzo, el respeto, el trabajo en equipo y la deportividad fueron los auténticos protagonistas de la jornada. Animadores y entrenadores acompañaron a los jóvenes no solo como técnicos, sino como referentes educativos cercanos y comprometidos.

Mario Fernández, coordinador inspectorial del Deporte Educativo, subrayó la dimensión pedagógica del evento: “Estos encuentros nos recuerdan que el deporte, cuando se vive desde la propuesta salesiana, educa tanto dentro como fuera del campo. Se trata de aprender a ganar y a perder, de convivir, de disfrutar con el otro y de crear espacios donde nuestros jóvenes se sientan protagonistas.”

Encuentro, comunidad y pastoral

El evento también fue punto de reunión para familias, educadores, voluntarios y antiguos alumnos que colaboraron activamente para hacer posible una experiencia cargada de entusiasmo, reencuentros y alegría compartida.

Xabi Camino, delegado inspectorial de Pastoral Juvenil, destacó el valor pastoral del evento: “El Encuentro de Arévalo es una de esas experiencias donde todo lo que somos como familia salesiana cobra sentido. No se trata solo de jugar, sino de compartir, de mirar a los jóvenes a los ojos y decirles: sois importantes, valéis mucho; estamos con vosotros.”

Agradecimiento y proyección de futuro

Salesianos Santiago el Mayor expresó su agradecimiento a la comunidad salesiana de Arévalo por su entrega y hospitalidad, así como a las casas participantes y a los equipos inspectoriales implicados en la organización.

Este XXXIII Encuentro deja huella como una experiencia inolvidable que refuerza el compromiso con una educación en la que el juego, el esfuerzo, la fe y la alegría se dan la mano. Una jornada que encarna con fidelidad el legado de Don Bosco y su apuesta por el protagonismo juvenil.