El Papa León XIV resalta el papel del Espíritu Santo en Pentecostés

En su homilía de Pentecostés, el Papa León XIV subrayó la necesidad de acoger al Espíritu Santo para transformar la vida personal y contribuir al bien común, instando a ser testigos valientes del amor divino.
Cincuenta días después de Pascua, la Iglesia celebra la solemnidad de Pentecostés, un evento significativo que conmemora el descenso del Espíritu Santo sobre los apóstoles. Este acontecimiento es fundamental en la tradición cristiana, ya que marca el inicio de la misión evangelizadora de la Iglesia. Durante esta festividad, los fieles son llamados a renovar su compromiso con la fe y a abrirse a la acción del Espíritu Santo en sus vidas.
En su homilía, el Papa León XIV destacó la importancia de ser morada del Espíritu Santo. Subrayó que cada creyente está llamado a acoger al Espíritu en su corazón y permitir que transforme su vida. El pontífice enfatizó que esta transformación personal es esencial para vivir plenamente el mensaje del Evangelio y contribuir al bien común.
El Papa León XIV recordó también cómo el Espíritu Santo actúa como guía y consolador en momentos de dificultad. Señaló que, al igual que los apóstoles recibieron fortaleza y sabiduría para llevar adelante su misión, los cristianos de hoy pueden encontrar en el Espíritu Santo el apoyo necesario para enfrentar los desafíos actuales.
Finalmente, el Papa León XIV instó a los fieles a ser testigos valientes del amor de Dios en el mundo. Animó a todos a dejarse inspirar por el Espíritu Santo para construir una sociedad más justa y solidaria. La solemnidad de Pentecostés se convierte así en una oportunidad para reflexionar sobre el papel activo de cada cristiano en la comunidad eclesial y en la sociedad en general.
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