En una reciente audiencia en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV subrayó que "nadie puede salvarse solo", destacando la humanidad compartida en el sufrimiento de Cristo en la cruz.
Durante su catequesis en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV enfatizó la imposibilidad de la autosuficiencia espiritual, afirmando que "ninguno de nosotros puede bastarse a sí mismo". En su discurso, centrado en la crucifixión de Jesús, el Santo Padre destacó la frase de Cristo en la cruz: "Tengo sed", como una manifestación de su humanidad y la nuestra. León XIV explicó que "la vida se completa no cuando somos fuertes, sino cuando aprendemos a recibir".
El Papa Prevost recordó el momento en que Jesús, tras recibir una esponja empapada en vinagre de manos ajenas, proclamó: "Está cumplido". Según el pontífice, este acto simboliza cómo "el amor se ha hecho necesitado, y precisamente por ello ha completado su obra". Este es, según León XIV, el "paradoja cristiana: Dios salva no haciendo, sino dejándose hacer. No venciendo el mal con la fuerza, sino aceptando hasta el final la debilidad del amor".
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