La comunidad castrense de Tenerife celebra la misa en honor a la Virgen de Candelaria
La Eucaristía, celebrada en la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, contó con la presencia de diversas fuerzas de seguridad y un homenaje a los caídos, destacando la devoción a la Patrona de Canarias.
El jueves 16 de octubre, la comunidad castrense de Tenerife se reunió en la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, en Santa Cruz de Tenerife, para celebrar una Eucaristía en honor a la Virgen de Candelaria, patrona de las islas Canarias. Este acto tuvo lugar dentro del Jubileo convocado por la Iglesia Universal. Entre los asistentes figuraron miembros del Ejército de Tierra, del Ejército del Aire y del Espacio, así como del Cuerpo de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, encabezados por el Teniente General del Mando de Canarias, Julio Salom.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONALa misa comenzó a las 19 horas y contó con el acompañamiento musical de un quinteto perteneciente a la Unidad de Música del Mando de Canarias y una soprano vinculada a la Asociación de las Damas de la Inmaculada, quien interpretó un "Ave María". Durante la ceremonia, los fieles representantes de los distintos cuerpos policiales leyeron las oraciones y presentaron ofrendas simbólicas, entre ellas prendas de cabeza y emblemas.
En su homilía, el páter Marcos J. resaltó el papel maternal y luminoso que desempeña la Virgen de Candelaria para el pueblo canario, subrayando su función como guía espiritual. Asimismo, animó a los presentes a custodiar valores esenciales como la paz, la seguridad, la fe, la justicia y la fraternidad, para ser portadores auténticos de la luz de Cristo. Al término de la celebración se rindió homenaje a los caídos; en ese momento el teniente general Salom y el general Juan Hernández Mosquera, representante del Cuerpo de Guardia Civil, depositaron una corona de laureles en una tumba lateral del templo.
La Eucaristía en honor a la Virgen de Candelaria constituyó un acto emotivo que congregó al personal militar, autoridades y fieles devotos. De este modo se evidenció el profundo afecto hacia la Patrona canaria y se reforzaron los vínculos entre fe, deber y espíritu de servicio que caracterizan al colectivo castrense en las islas.
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