Activistas LGBT han lanzado una serie de protestas contra una cafetería cristiana en Denver, cuyo propietario dirige un ministerio de ayuda a personas sin hogar, debido a sus creencias religiosas sobre la homosexualidad.
En Denver, Colorado, un grupo de activistas LGBT ha centrado su atención en Jamie Sanchez, propietario de The Drip Café. Este establecimiento, ubicado en el Distrito de Arte de Santa Fe Drive, forma parte de un esfuerzo más amplio de Sanchez para ayudar a las personas sin hogar. En 2012, junto a su esposa Carolyn, quien falleció en 2018, fundó el ministerio "Recycle God’s Love", que ofrece comidas y estudios bíblicos a los necesitados de la zona.
El ministerio ha crecido significativamente, convirtiéndose en una iniciativa comunitaria que involucra a iglesias, negocios locales y voluntarios, proporcionando servicios como cortes de cabello, alimentos, ropa y vivienda. En 2022, se expandió con "Project Revive", un programa basado en la fe que apoya a personas sin hogar en su proceso de reconstrucción personal, ofreciendo acceso a vivienda, transporte, identificación, asesoramiento sobre adicciones y empleo, todo ello fundamentado en el discipulado cristiano.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONAThe Drip Café, inaugurado en 2024, es una extensión de esta misión, funcionando como un puente laboral para personas que han completado el programa Project Revive, están en proceso de sobriedad y buscan un nuevo comienzo. Sin embargo, el enfoque cristiano del ministerio ha provocado la ira de activistas LGBT, quienes han organizado protestas mensuales desde antes de la apertura oficial del café.
Sanchez ha expresado su sorpresa ante las acusaciones de odio hacia la comunidad gay, señalando que las protestas comenzaron debido a que el sitio web de su ministerio describe la homosexualidad como un pecado. A pesar de los ataques, que incluyen vandalismo y acoso a clientes, Sanchez se mantiene firme en su fe y continúa ofreciendo amor y hospitalidad a sus detractores, invitándolos a dialogar y compartir un café.
Por su parte, los activistas, organizados por los Comunistas de Denver, han manifestado su intención de continuar con las protestas. En un comunicado, han declarado que, aunque no logren cerrar el café, las manifestaciones sirven como campo de entrenamiento para nuevos activistas por los derechos queer y para difundir el mensaje de liberación queer.
