El 14 de octubre de 2025, la Universidad Católica de América presentó los resultados de la segunda ola del Estudio Nacional de Sacerdotes Católicos en Estados Unidos, revelando un panorama complejo sobre el bienestar personal, la confianza en el liderazgo episcopal y las prioridades pastorales.
El informe, basado en encuestas a 1,164 sacerdotes, destaca que, aunque los sacerdotes informan de altos niveles de bienestar personal, enfrentan desafíos significativos en términos de confianza en el liderazgo, agotamiento y prioridades pastorales. En cuanto al bienestar personal y comunitario, los sacerdotes en Estados Unidos muestran un promedio de 8.2 en la Escala de Bienestar de Harvard, que mide aspectos como la salud mental, el propósito y las relaciones sociales. Sin embargo, la percepción del bienestar de sus comunidades es considerablemente más baja, con puntuaciones promedio de 5.7 para sacerdotes diocesanos y 6.2 para religiosos, reflejando una desconexión entre el bienestar individual y colectivo.
En términos de moral y agotamiento, el 61% de los sacerdotes no reportan síntomas de agotamiento, pero el 39% experimenta al menos uno, y el 5% muestra altos niveles de agotamiento emocional. Los sacerdotes diocesanos son más propensos al agotamiento que los religiosos, con un 7% reportando altos niveles frente al 2% de los religiosos. Además, los sacerdotes más jóvenes, especialmente aquellos ordenados después del año 2000, enfrentan mayores desafíos, como una sobrecarga de responsabilidades y una sensación de estar desvinculados de sus deberes principales. Casi la mitad siente que se les exige realizar tareas que van más allá de su vocación sacerdotal.
La soledad también emerge como un problema significativo. El 40% de los sacerdotes ordenados después del año 2000 reportaron sentirse solos, en comparación con el 27% de aquellos ordenados entre 1980 y 1999 y el 15% de los ordenados antes de 1980. Este sentimiento puede estar relacionado con el aumento de las demandas ministeriales y la falta de apoyo comunitario.
La confianza en el liderazgo episcopal sigue siendo un tema sensible. Aunque ha habido una ligera mejora desde 2022, solo el 52% de los sacerdotes diocesanos confían en su obispo, y solo el 27% confían en los obispos estadounidenses en general. Un factor clave para generar confianza es la percepción del cuidado pastoral: el 72% de los sacerdotes que creen que su obispo se preocupa por ellos expresan confianza en su liderazgo, frente al 19% que no lo creen. Sin embargo, la confianza no depende únicamente del cuidado pastoral. Los sacerdotes también valoran la competencia, la transparencia y la alineación teológica y política con sus obispos. El estudio muestra que la mayoría percibe a sus obispos como moderadamente alineados con sus propias perspectivas.
En cuanto a las prioridades pastorales, los sacerdotes identificaron el ministerio juvenil, la formación familiar y la evangelización como sus principales prioridades con un respaldo del 94%. Sin embargo, existe una brecha entre estas prioridades y su implementación en las parroquias. Por ejemplo, aunque se considera esencial el ministerio juvenil, solo el 71% tiene programas dedicados a ello. Otros temas como la pobreza o la inmigración también fueron destacados.
En contraste, el acceso a la misa tradicional en latín fue considerado prioritario solo por el 26%, mientras que un significativo porcentaje cree que no debería serlo. Esto refleja una tendencia hacia enfoques pastorales más inclusivos orientados a las necesidades actuales.
El proceso del Sínodo sobre la Sinodalidad (2021-2024) recibió respuestas mixtas. Mientras que un sector lo consideró una pérdida de tiempo (37%), muchos ya practican formas sinodales en sus parroquias mediante consulta activa con los laicos y decisiones colaborativas. El papel activo del consejo parroquial es destacado por un amplio porcentaje (85%) como crucial para una gestión efectiva.