El Papa León XIV invita a los fieles a seguir el ejemplo del beato hermano Licarió
El Papa León XIV envió un mensaje especial durante la beatificación del hermano Licarió, celebrada en Barcelona, en el que animó a los fieles a seguir su ejemplo de amor y servicio desinteresado.
El hermano marista Licarió ha sido beatificado en una ceremonia celebrada en la parroquia de San Francisco de Sales de Barcelona. El evento fue presidido por el cardenal Semeraro, quien destacó la vida de servicio y amor del nuevo beato. La ceremonia contó con una amplia participación de la congregación marista, que se reunió para honrar a uno de sus miembros más queridos.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONADurante la homilía, el cardenal Semeraro subrayó las virtudes del hermano Licarió, resaltando su dedicación a los más necesitados y su compromiso con la educación. "El hermano Licarió es un ejemplo de amor y servicio para todos nosotros", afirmó el cardenal, recordando su incansable labor en favor de los jóvenes y su entrega a la misión educativa marista.
La beatificación del hermano Licarió ha sido un momento significativo para la congregación marista, que ha trabajado arduamente para preservar su legado. La ceremonia fue un testimonio del impacto duradero que tuvo en las vidas de aquellos a quienes sirvió. Los asistentes expresaron su gratitud por haber conocido a una persona tan inspiradora y comprometida con los valores cristianos.
El Papa León XIV envió un mensaje especial para la ocasión, en el que animó a los fieles a seguir el ejemplo del hermano Licarió. "Que su vida nos inspire a vivir con generosidad y dedicación", escribió el Pontífice, destacando la importancia de continuar con la misión educativa y social que él promovió durante su vida.
La beatificación marca un hito importante no solo para los maristas, sino también para toda la Iglesia. El reconocimiento oficial del hermano Licarió como beato es un recordatorio del poder transformador del amor y el servicio desinteresado. La ceremonia concluyó con una emotiva celebración eucarística, donde se recordó su legado y se pidió por su intercesión.
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