El Consejo de Patriarcas y Líderes de las Iglesias de Jerusalén ha emitido una declaración urgente desde la localidad cisjordana de Taybeh para denunciar una escalada de ataques sistemáticos por parte de colonos israelíes radicales contra la comunidad cristiana local.
El comunicado, leído desde esta ciudad –la única completamente cristiana en Cisjordania–, es un llamamiento a la solidaridad internacional ante lo que consideran una amenaza directa contra su gente y su patrimonio sagrado.
El lunes 7 de julio, un grupo de colonos provocó intencionadamente un incendio cerca del cementerio de Taybeh y de la histórica Iglesia de San Jorge, un templo del siglo V. Gracias a la intervención de residentes locales y bomberos, se logró controlar las llamas antes de que alcanzaran estos lugares santos. Sin embargo, los líderes eclesiásticos alertan de que estos actos no son aislados, sino parte de una campaña de intimidación en aumento.
“El mayor acto de valentía es seguir considerando este lugar nuestro hogar”, afirmaron los Patriarcas, quienes reiteraron su respaldo a la comunidad y su compromiso con una Tierra Santa plural y pacífica.
El comunicado también detalla otros ataques recientes, como la invasión de terrenos agrícolas cristianos por parte de ganado de los colonos, que ha destruido olivares –fuente de sustento para muchas familias de Taybeh–. Además, se reportaron ataques a viviendas, fogatas encendidas por los radicales y pancartas amenazantes con mensajes como: “Aquí no tienen futuro”.
Para los líderes religiosos, estos hechos constituyen un intento deliberado de expulsar a los cristianos de la región y borrar su presencia histórica, que data de hace más de 2.000 años. “Rechazamos firmemente este mensaje de exclusión”, señalaron.
El Consejo reclama a las autoridades israelíes que rindan cuentas por permitir la presencia de colonos violentos en los alrededores de Taybeh y exige una investigación inmediata y transparente sobre la inacción de la policía, que no respondió a las llamadas de emergencia de los residentes durante los ataques. “Incluso en tiempos de guerra, los lugares sagrados deben ser protegidos”, subraya el comunicado.
Los líderes eclesiásticos hacen un llamamiento a diplomáticos, políticos y autoridades religiosas del mundo entero para que alcen su voz en defensa de la comunidad cristiana de Taybeh. Piden oraciones, acciones concretas y apoyo internacional para garantizar que los habitantes de la ciudad puedan seguir viviendo, rezando y cultivando en paz.
El mensaje concluye con un gesto de esperanza frente a la violencia: “La verdad y la justicia triunfarán en última instancia”. Y citan al profeta Amós como plegaria en estos tiempos difíciles: “Que fluya la justicia como las aguas, y la rectitud como un arroyo inagotable”.
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