El pintor alemán Michael Triegel ha llevado su obra al Vaticano, donde se exhibe un retablo que permanecerá dos años en la iglesia del Cementerio Teutónico, simbolizando el diálogo ecuménico.
Michael Triegel, pintor de Naumburg, Alemania oriental, ha traído al Vaticano un retablo que se exhibe en la iglesia del Cementerio Teutónico. La obra, que permanecerá en Roma durante dos años, simboliza el diálogo ecuménico. Entre las figuras retratadas se encuentra un vagabundo alemán, ya fallecido, que posó para Triegel y ahora descansa en el cementerio cercano a San Pedro.
El retablo, que combina cinco siglos de arte e historia de la fe, tiene como protagonista a un indigente luterano que el artista encontró en Roma. Triegel, de fe católica, se cruzó con él en Trastevere en 2018, durante su cincuenta cumpleaños. Al verlo, pensó que su barba gris y sus ojos vivos recordaban a San Pedro. El pintor le pidió que posara para él, utilizando la técnica del "sottinsù", tradicionalmente reservada para emperadores y Papas.
