El congreso, organizado por la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas y la Pontificia Academia para la Vida, abordó el uso ético de la inteligencia artificial en el ámbito médico.
La Oficina de Prensa de la Santa Sede acogió un encuentro con periodistas al término del congreso internacional "IA y Medicina: el desafío de la dignidad humana", promovido por la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas y la Pontificia Academia para la Vida. En esta ocasión, se subrayó que la inteligencia artificial no debe considerarse intrínsecamente buena o mala, sino que su valor depende del uso que se le otorgue. Asimismo, se advirtió contra la tentación de "humanizar" la tecnología o "mecanizar" al ser humano, recordando que cualidades como la sensibilidad y la empatía resultan insustituibles.
El presidente de la Pontificia Academia para la Vida destacó que el paciente no puede reducirse a una cifra o un caso clínico, sino que debe ser tratado como una persona con emociones y temores. En este sentido, señaló que, bien empleada, la inteligencia artificial puede convertirse en una herramienta valiosa para promover una atención médica más justa y accesible; sin embargo, no debe entenderse como una vía rápida ni un sustituto del cuidado humano.
El congreso se desarrolló en cuatro sesiones y concluyó con la publicación de un documento final. Además, los participantes asistieron esta mañana a la Audiencia General concedida por el Papa León XIV.
