Un joven de 21 años ha sido detenido por la Guardia Civil tras provocar un incendio en la iglesia de Santiago, en el enclave de El Pozuelo, Albuñol, que causó importantes daños materiales y puso en peligro la integridad del templo.
El pasado domingo 17 de agosto, un incendio intencionado en la iglesia de Santiago, ubicada en el enclave de El Pozuelo, perteneciente a la comuna de Albuñol en la provincia de Granada, ha conmocionado a la comunidad local. Un joven de 21 años, de origen marroquí, fue detenido por la Guardia Civil como presunto responsable del siniestro, que se originó alrededor de las 15 horas. Según los primeros indicios de la investigación, el individuo habría accedido al templo tras romper una ventana y forzar la puerta de entrada.
La rápida intervención de los vecinos evitó que el fuego consumiera por completo el edificio. Varios de ellos resultaron heridos al intentar contener las llamas antes de la llegada de los bomberos. Un testigo relató al diario Ideal que, tras escuchar ruidos, llamaron a la Guardia Civil y, al encontrar la puerta bloqueada, intentaron forzarla sin éxito debido a la cerradura destruida y al humo que emanaba del interior. Finalmente, nueve vecinos lograron abrir la iglesia, permitiendo que el joven escapara a la calle, donde fue arrestado. "Si no hubiéramos actuado, la iglesia habría ardido por completo", afirmó uno de los vecinos, quien también destacó que la estatua del santo patrón de El Pozuelo estuvo a punto de ser destruida.
El Arzobispado de Granada emitió un comunicado condenando enérgicamente el acto, señalando que "una persona se encerró en el templo, provocando intencionadamente importantes daños materiales y atentando contra los sentimientos de los cristianos". Asimismo, agradeció el esfuerzo y valentía de la Guardia Civil y los bomberos, y solicitó a las autoridades competentes que esclarezcan los hechos y apliquen la ley. La alcaldesa de Albuñol, María José Sánchez, también expresó su condena y elogió la intervención de los habitantes y las fuerzas de seguridad, haciendo un llamado a la serenidad y rechazando cualquier intento de instrumentalización del incidente para sembrar división en la comunidad.
Por su parte, la Unión de Comunidades Islámicas de Andalucía (UCIDAN) calificó el acto como "delictivo y totalmente contrario a los valores humanos e islámicos, así como a los principios de respeto mutuo entre religiones". La organización subrayó que se trata de un hecho aislado que no representa a la comunidad musulmana, comprometida con la paz y la convivencia. Manifestó su "plena solidaridad con la comunidad católica local en estos momentos difíciles" y su disposición a "colaborar en todo lo que refuerce la paz social y el respeto mutuo".
El incendio de la iglesia de Santiago Apóstol se produce en un contexto de tensiones en España en torno a la identidad religiosa y cultural del país. Mientras algunas localidades, como Jumilla, optan por prohibir los rituales no cristianos en el espacio público para afirmar las raíces católicas de España, otras continúan valorando su memoria histórica a través de fiestas populares como las de Moros y Cristianos. Estos eventos reflejan el deseo de mantener vivo un legado cristiano de siglos. En este marco, el ataque a un lugar de culto católico no es solo un hecho aislado, sino que despierta un debate más profundo sobre la fragilidad de los referentes civilizacionales y la forma de preservar una memoria colectiva forjada por el cristianismo. También recuerda que la cohesión social, para ser sólida, no puede basarse únicamente en prohibiciones o condenas judiciales, sino que debe apoyarse en un redescubrimiento positivo del patrimonio espiritual y cultural que ha moldeado España.