El obispo de Málaga, Jesús Catalá, promueve la integración de las manifestaciones de fe populares en la vida eclesial, subrayando la importancia de la formación continua para un crecimiento espiritual auténtico y coherente.
Desde el inicio de su pontificado, el obispo de Málaga ha mostrado un interés particular por la religiosidad popular, reconociendo su importancia en la vida de la diócesis. Su enfoque pastoral se centra en comprender y acompañar las diversas manifestaciones de fe que surgen del pueblo, buscando integrarlas en la vida eclesial de manera armoniosa. Catalá ha subrayado que estas expresiones son una riqueza que debe ser valorada y orientada adecuadamente dentro del marco de la doctrina católica.
En sus encuentros con las distintas hermandades y cofradías, el obispo ha destacado la necesidad de una formación continua que permita a los fieles profundizar en su fe y vivirla con autenticidad. Ha enfatizado que estas agrupaciones no solo deben ser espacios de devoción, sino también de crecimiento espiritual y comunitario. Catalá ha animado a los responsables a fomentar actividades que fortalezcan el sentido de pertenencia a la Iglesia y promuevan una vivencia cristiana coherente.
Por otra parte, Jesús Catalá ha abordado los desafíos que enfrenta la religiosidad popular en el contexto actual, como el riesgo de caer en prácticas superficiales o desvinculadas del mensaje evangélico. Ha llamado a un discernimiento constante para asegurar que estas expresiones sean verdaderos caminos hacia Cristo. En este sentido, ha trabajado estrechamente con sacerdotes y agentes pastorales para ofrecer orientación y apoyo a las comunidades involucradas.
El compromiso del obispo con la religiosidad popular se refleja también en su participación activa en eventos significativos para las hermandades, donde ha compartido momentos de oración y reflexión con los fieles. A través de estas acciones, Catalá busca fortalecer los lazos entre las tradiciones populares y la misión evangelizadora de la Iglesia, asegurando que ambas dimensiones se nutran mutuamente y contribuyan al crecimiento espiritual de la diócesis.