Un ataque de las Fuerzas de Apoyo Rápido en el campo de refugiados de Abu Chok, Darfur, ha causado más de 75 muertos y numerosos heridos, agravando la ya crítica situación humanitaria en Sudán.
En Sudán, un ataque perpetrado por las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) ha dejado más de 75 muertos en el campo de refugiados de Abu Chok, cerca de El Fasher, en Darfur. Un dron explosivo fue utilizado contra personas desplazadas que se encontraban en una mezquita. La unidad de emergencia que gestiona el campo informó sobre el ataque, destacando que decenas de personas resultaron heridas, muchas de ellas en estado grave. El-Fasher, último bastión del ejército sudanés en Darfur, ha estado asediado por las FAR desde mayo de 2024.
La situación en Sudán es crítica, con más de 150.000 muertes desde el inicio de la guerra civil en abril de 2023. La crisis humanitaria afecta especialmente a los niños, quienes sufren las consecuencias del conflicto, el hambre y la desnutrición. Chiara Zaccone, jefa de la misión de COOPI en Sudán, describe la devastadora situación: más de 30 millones de personas necesitan ayuda, siendo los niños las principales víctimas. En El-Fasher, la población apenas puede permitirse una comida al día.
La epidemia de cólera agrava la situación en Sudán, con decenas de casos reportados diariamente en El-Fasher. La falta de agua potable y el precario saneamiento en los campamentos de desplazados son factores que contribuyen a la propagación de la enfermedad. La atención médica ha colapsado, y solo el 25% de los centros de salud del país siguen operativos. Además, la educación infantil ha sido destruida, con muchas escuelas transformadas en refugios para desplazados.
A pesar de las dificultades, Zaccone y su equipo de COOPI continúan trabajando en el campamento desde 2004, proporcionando agua potable, atención médica y apoyo a los más vulnerables. La resiliencia de las familias, muchas encabezadas por madres solteras, es notable. Zaccone hace una llamada a la comunidad internacional para seguir hablando sobre la situación en Sudán y compartir el sufrimiento de la población civil, que es la más afectada por la violencia y las epidemias.