Un sacerdote del diócesis de Angers, condenado por posesión de imágenes pedopornográficas, ha sido nombrado notario eclesiástico, suscitando dudas sobre el cumplimiento del derecho canónico.
En el diócesis de Angers, un sacerdote previamente condenado por posesión de imágenes pedopornográficas ha sido nombrado para varios cargos dentro de la estructura eclesiástica, incluyendo el de notario eclesiástico. El sacerdote en cuestión, el padre Joseph Renaud, fue detenido el 10 de junio de 2014 tras haber subido imágenes ilícitas a un "cloud" desde un ordenador de la parroquia de Saint Martin des Champs en Angers. En ese momento, ocupaba varios roles pastorales y acababa de ser nombrado párroco de Trélazé.
El padre Renaud reconoció los hechos y fue suspendido de todo ministerio público por Monseñor Delmas, quien ya era obispo en ese momento. En 2017, la justicia lo condenó a dos años de prisión, de los cuales cuatro meses eran de cumplimiento efectivo. A pesar de su condena, en 2025 fue nombrado delegado a la protección social del clero y asumió otras funciones en el diócesis, como aumônier diocesano de Partage et Rencontre, aumônier del Monasterio Notre-Dame des Gardes, archivista-adjunto de las Archivos Diocesanas, delegado del Bureau des mariages, notario de la Chancellerie y miembro del Consejo presbiteral.
El nombramiento de un sacerdote con antecedentes de este tipo para un cargo tan sensible como el de notario eclesiástico ha generado controversia. Según el derecho canónico, "el chancelier y los notarios deben ser de reputación intacta y estar por encima de toda sospecha", lo que parece incompatible con la condena previa del padre Renaud. Este caso ha reavivado las preocupaciones sobre la confianza que los fieles pueden tener en las instituciones de la Iglesia, especialmente en lo que respecta a la justicia canónica.
El padre Emmanuel Bouchaud, quien desde 2024 ejerce como vicario general y canciller del diócesis, podría no estar al tanto de las implicaciones del derecho canónico en este contexto. A partir de septiembre, será el único vicario general, ya que el segundo dejará sus funciones y la cancillería será asumida por un laico, Jean Pierre Audoyer, quien tampoco puede ignorar el derecho canónico en relación a sus colaboradores.