El santuario de Lourdes ha solicitado la inclusión de su tradicional procesión mariana en el patrimonio cultural inmaterial de Francia, destacando su relevancia histórica y devocional.
El pasado 26 de septiembre, el santuario de Lourdes, ubicado en las Hautes-Pyrénées del suroeste de Francia, presentó formalmente la solicitud para que su emblemática procesión de antorchas sea reconocida como parte del patrimonio cultural inmaterial del país. Esta iniciativa, que comenzó hace dos años, busca destacar la importancia de una práctica devocional que ha perdurado durante más de ciento sesenta años.
La procesión, que se lleva a cabo diariamente en la basílica de Notre-Dame-du-Rosaire, es un momento central del peregrinaje en Lourdes. Según Nicolas Dargegen, responsable de los archivos del santuario, desde su inicio en 1863, cuando los primeros fieles acudían a la gruta con un candelabro en mano con la esperanza de ver a la Virgen María, la esencia de la procesión ha permanecido inalterada, salvo por ligeras modificaciones en su recorrido.
Este reconocimiento no solo busca preservar una tradición religiosa significativa, sino también resaltar su impacto cultural y espiritual en los fieles que cada año acuden a Lourdes. La solicitud es un paso más en el esfuerzo por asegurar que esta manifestación de fe continúe siendo un legado vivo para las futuras generaciones.