El Obispo de Eldoret ha advertido sobre las graves consecuencias de la corrupción en Kenia, destacando su preocupación por el futuro del país y el bienestar de los sectores más vulnerables. Esta declaración fue realizada durante una intervención pública reciente en Eldoret.
En su discurso, el Obispo de Eldoret denunció cómo la corrupción está dañando profundamente a la sociedad keniana, erosionando las bases del desarrollo social y económico. Subrayó que estas prácticas corruptas debilitan las instituciones encargadas de proteger a los ciudadanos, afectando especialmente a los más necesitados.
“Estamos destruyendo el país con la corrupción”, declaró el prelado, resaltando el impacto negativo en la confianza pública y en el tejido social. Además, planteó una pregunta crucial sobre el futuro de los derechos de los más desfavorecidos en un entorno donde la corrupción prevalece.
El Obispo cuestionó quién defenderá a los más necesitados y subrayó la urgencia de que líderes y ciudadanos tomen medidas concretas para combatir este flagelo. En su llamado a la acción, enfatizó que la corrupción no solo perjudica la economía, sino que también socava la confianza en las instituciones.
La preocupación del Obispo se centra en la falta de defensores para los pobres, quienes son los principales afectados por la corrupción. Su mensaje resuena como una llamada urgente a la reflexión y a la acción en un país donde la corrupción sigue siendo un problema persistente.
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