El obispo suizo Marian Eleganti ha publicado un extenso artículo en The Remnant titulado “Swiss Bishop Speaks on Homosexuality in Society and the Church”, en el que analiza con profundidad la influencia de la ideología homosexual en la cultura contemporánea y su penetración en ciertos sectores de la Iglesia.
Eleganti distingue con claridad entre la dignidad de las personas con inclinaciones homosexuales —que la Iglesia considera inviolable— y los actos derivados de dichas tendencias, que juzga como contrarios al orden moral natural. Subraya que la moral cristiana se aplica por igual a heterosexuales y homosexuales, y que la santidad pasa por el dominio de los impulsos desordenados. En este sentido, recuerda que la Iglesia ofrece siempre el camino del arrepentimiento y la misericordia.
El prelado sostiene que la transformación cultural en torno al matrimonio, la familia y el género no es espontánea, sino el resultado de décadas de pensamiento posmoderno que, a través de autores como Foucault, Derrida o Butler, habría deconstruido la noción natural de sexualidad. A su juicio, esta corriente intelectual ha inspirado políticas europeas —como el proyecto “Unión por la Igualdad 2026-2030”— orientadas a imponer una visión ideológica del género y de la orientación sexual desde la infancia.
Eleganti denuncia también la influencia de estas ideas en el ámbito eclesiástico, donde detecta intentos de reinterpretar la doctrina moral católica para adaptarla a los criterios del mundo. Advierte de que los conceptos de “inclusión” y “diversidad”, tomados de un marco marxista, son ajenos a la naturaleza de la Iglesia, que está llamada a excluir el pecado pero no a los pecadores.
En su análisis, el obispo aborda el problema de la homosexualidad en el clero y su relación con la crisis de abusos. Cita informes como el John Jay Report (EE. UU.), el Estudio MHG (Alemania) y el Informe CIASE (Francia), que reflejan una alta proporción de víctimas masculinas, y denuncia que la estrategia institucional ha sido ocultar esta realidad bajo el término genérico de “pedofilia”. Recuerda que el documento Vaticano Ratio Fundamentalis Institutionis Sacerdotalis de 2016 prohíbe admitir en los seminarios a quienes practican o apoyan la cultura homosexual, aunque lamenta que dicha norma no se cumpla con rigor.
Finalmente, Eleganti atribuye a los medios de comunicación un doble rasero en su tratamiento de los pontificados recientes, señalando que durante el de Francisco se habrían tolerado comportamientos que habrían provocado escándalo en tiempos de Juan Pablo II o Benedicto XVI. Concluye que la Iglesia sigue pendiente de afrontar con claridad “el elefante en la habitación”: la extendida presencia de la homosexualidad entre el clero y sus consecuencias morales y pastorales.
