Doble profanación en Roma: dos templos católicos atacados en una semana
Una iglesia y una capilla católicas en Roma han sido profanadas con pocos días de diferencia, provocando actos de reparación y el cierre temporal de uno de los templos.
Una Iglesia Católica y una capilla situadas en la ciudad de Roma fueron recientemente profanadas con menos de una semana de diferencia, lo que llevó a la celebración de un acto de reparación en uno de los templos y al cierre temporal del otro tras el sacrilegio. El 25 de noviembre se encontraron excrementos humanos en varias partes de la iglesia de San Nicola di Bari, en Ostia, incluido el altar, según informó la Diócesis de Roma. El cardenal vicario Baldassare Reina, vicario general de la Diócesis de Roma; el obispo monseñor Renato Tarantelli Baccari, obispo auxiliar del sector Sur; y el párroco celebraron una solemne Misa de reparación en la iglesia el 1 de diciembre.
Pocos días después de la primera profanación, también se encontraron orina y excrementos humanos en varios rincones de una capilla católica, incluido el altar, en la Estación de Ferrocarril de Termini, la principal estación de tren de Roma, que recibe con frecuencia a peregrinos católicos que viajan a la Ciudad Eterna, según medios italianos. Tras esta profanación, la capilla fue cerrada temporalmente, pero se presentaron suficientes fieles voluntarios para vigilarla, lo que permitió su reapertura.
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONAUn comunicado diocesano sobre la profanación en la iglesia de San Nicola di Bari señalaba que “San Nicola di Bari … fue sacudida por un acto sacrílego muy grave e indecible que tuvo lugar esta tarde … en el interior del edificio sagrado”. El texto añadía: “Unos vándalos desconocidos entraron en la iglesia realizando un gesto de profunda profanación: se encontraron excrementos humanos en varios lugares del edificio, incluido el altar, lugar reservado para el Sacrificio Eucarístico”. Tras la profanación, aunque la iglesia permaneció abierta al público, las Misas se celebraron temporalmente en un templo cercano hasta la Misa de reparación del 1 de diciembre, durante la cual se purificaron el altar y las paredes.
En una publicación en Facebook, Mario Falconi, presidente del X Municipio de Roma que asistió a la solemne Misa, condenó el acto sacrílego. “Considero necesario condenar con firmeza un acto tan injustificable: no es solo vandalismo, sino un ataque a la memoria, la espiritualidad y los valores que siempre han unido a nuestras familias y a nuestros barrios”, escribió. En el momento de la publicación de la información, el autor o autores de la profanación no habían sido encontrados ni identificados.
La capilla de Termini, por su parte, además de ser un lugar de oración frecuente para los fieles de paso, se encuentra en una zona que se ha hecho tristemente célebre por la presencia de personas sin hogar y el consumo de drogas. Estas circunstancias han dado lugar a varios actos recientes de profanación, lo que llevó al cierre temporal de la capilla por temor a que se produjeran nuevos actos de blasfemia, especialmente durante las muchas horas en las que no hay católicos en su interior.
El padre Domenico Monteforte, rector de la capilla de Termini, explicó a un medio italiano que, aunque no guarda ningún resentimiento hacia las personas sin hogar y los ciudadanos pobres de los alrededores de la estación, para quienes la capilla es a menudo un refugio, algunos lamentablemente no respetan su carácter sagrado. “Para muchos, la iglesia es un refugio. Incluso entre los viajeros, muchos se detienen a hablar, buscar consuelo, contar sus historias e incluso confesarse”, señaló el sacerdote. “Luego, por desgracia, están quienes no tienen respeto por la santidad del lugar”.
El padre Luigi Maria Epicoco, conocido sacerdote italiano con una amplia presencia en redes sociales, publicó el 29 de noviembre en Facebook una fotografía de un cartel colocado ante la capilla en la que se explicaba su cierre. El sacerdote animó a los fieles a ofrecer su tiempo como voluntarios para ayudar a reabrirla. “Hago un llamamiento a todos los que viven en Roma: dedicad una hora de vuestro tiempo como voluntarios para permitir que la capilla permanezca abierta y protegida de todos los ataques blasfemos a los que está sometida”, escribió. “Roma está llena de gente, no puedo pensar que no haya hombres y mujeres de buena voluntad. ¡Ánimo! Los pequeños ‘síes’ pueden ser un signo de luz en esta oscuridad”. El llamamiento del padre Epicoco dio fruto, ya que se presentaron suficientes fieles voluntarios para reabrir la capilla. No se sabe, sin embargo, si en la capilla se han celebrado actos de reparación. El autor o autores de este acto sacrílego tampoco han sido identificados ni detenidos en el momento de redactarse la información.
En octubre se produjo otro acto de vandalismo anticatólico cerca de la estación de Termini, cuando militantes de izquierdas profanaron una estatua de san Juan Pablo II en la Piazza dei Cinquecento pintando grafitis en los que se calificaba al difunto pontífice de “fascista”, junto con la hoz y el martillo comunistas. Numerosos actos de profanación en el interior de iglesias han tenido lugar en toda Europa y en todo el mundo durante el último año. En octubre, un hombre orinó sobre el altar mayor de la Basílica de San Pedro durante la Misa. En febrero, otro hombre saltó sobre el altar mayor de San Pedro y tiró al suelo los históricos candelabros junto con los manteles del altar. En junio, una humorista feminista española, Ane Miren Hernández Unda, publicó un vídeo en el que se la veía saltando sobre el altar de la histórica iglesia de Saint-Laurent-d’Arbérats, en Francia, mientras gritaba múltiples blasfemias contra Nuestro Señor y la Iglesia y utilizaba un crucifijo para cometer un sacrilegio.
Me gusta
Citar
