En su primera gran entrevista internacional, el Papa reafirma que la enseñanza de la Iglesia sobre matrimonio y sexualidad no se modificará y subraya que la sinodalidad no equivale a democracia.
Ciudad del Vaticano. En sus primeras declaraciones de alcance internacional, el Papa León XIV ha dejado claro que su pontificado no introducirá modificaciones en cuestiones doctrinales fundamentales. El Pontífice subrayó que “la doctrina de la Iglesia no cambiará. El matrimonio es entre un hombre y una mujer”, zanjando así las especulaciones sobre posibles aperturas en temas sensibles como el reconocimiento de uniones homosexuales o el diaconado femenino.
En una extensa entrevista concedida a la periodista Elise Ann Allen, el Papa explicó que sigue los pasos de su predecesor y que, por tanto, no ve necesaria ninguna corrección doctrinal. “Si Francisco no ha realizado estas reformas radicales de las que tanto se habla, no hay razón para restaurar nada; no hay necesidad de correcciones ni ajustes”, afirmó.
El Pontífice recordó cómo, durante años, la prensa internacional interpretó algunas frases de Francisco como cambios sustanciales, pese a que no hubo modificaciones reales en el magisterio. Como ejemplo, evocó la célebre declaración de 2013: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarlo?”. Para León XIV, esa frase se convirtió en un símbolo de confusión mediática: se presentó como un giro doctrinal cuando no lo fue.
El Papa estadounidense marcó también distancias con el estilo comunicativo de Bergoglio, muy dado a declaraciones improvisadas: “Nada de guiños, y mucho menos frases inconexas. Sus relaciones con la prensa son transparentes, directas y nítidas”, resume el análisis publicado tras la entrevista.
De este modo, León XIV quiere evitar la ambigüedad que caracterizó algunos pasajes del pontificado anterior, en los que la falta de claridad dio lugar a debates interminables y malentendidos en la opinión pública.
Otro de los aspectos doctrinales tratados fue la sinodalidad. León XIV aclaró que no debe confundirse con un sistema democrático: “No se trata de transformar la Iglesia en una especie de gobierno democrático… Se trata de respeto, de comprender la vida de la Iglesia tal como es y decir: ‘Debemos hacer esto juntos’”.
Con ello, reafirma que la sinodalidad busca un camino común de comunión y misión, sin alterar la estructura jerárquica que sostiene a la Iglesia.
El Papa confirmó igualmente que no hay intención de cambiar la enseñanza sobre el diaconado femenino: “Por el momento, no tengo intención de cambiar la enseñanza de la Iglesia sobre este tema”. Asimismo, insistió en que el debate sobre los abusos sexuales no puede convertirse en el centro de la vida eclesial, aunque reiteró la necesidad de respetar y escuchar siempre a las víctimas.