El cardenal Kurt Koch lideró la ceremonia en la que se reconoció al metropolitano siro-católico Jacques Mourad por su compromiso con la paz y el diálogo interreligioso, en un evento celebrado en el Palacio Apostólico.
El cardenal Kurt Koch, prefecto del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, presidió la ceremonia del "Premio San Juan Pablo II" en la Sala Regia del Palacio Apostólico. Este galardón fue otorgado al metropolitano siro-católico de Homs, monseñor Jacques Mourad, en reconocimiento a su vida de fe, amor cristiano, diálogo interreligioso y compromiso con la paz y la reconciliación. La ceremonia contó con la presencia de destacados dignatarios, entre ellos el cardenal Mario Zenari y el cardenal James Harvey.
Durante el evento, el cardenal Koch destacó el testimonio de vida y fe de monseñor Mourad, recordando las palabras de Juan Pablo II sobre la importancia del diálogo ecuménico. Monseñor Mourad, quien fue secuestrado y torturado por el ISIS, se ha convertido en un apóstol de la reconciliación. Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de San Egidio, subrayó el deseo del prelado de vivir como hermanos entre personas diversas, un mensaje que considera universal.
Monseñor Mourad expresó que el premio es un reconocimiento a la labor de la Iglesia en Siria, que ha enfrentado años difíciles. Afirmó que el diálogo interreligioso e intercultural es una necesidad vital, especialmente en Siria, un país desgarrado por la guerra. Agradeció al Papa León XIV y a su comunidad monástica de Mar Moussa, enfatizando la necesidad de solidaridad y ayuda para avanzar hacia la reconciliación y la democracia en su país.