El Papa León XIV presidió una Audiencia General en la Plaza de San Pedro, donde bendijo el crucifijo del santuario de Recco y coronó el "Cristo de las Gracias" en el marco del Jubileo.
Miles de fieles se congregaron en la Plaza de San Pedro para participar en la audiencia general presidida por el Papa León XIV. Este evento, parte del Jubileo, atrajo a peregrinos de diversas diócesis italianas y de todo el mundo, quienes acudieron para expresar su amor por la Eucaristía. Durante la audiencia, el Pontífice bendijo el crucifijo del santuario de Recco, en Génova, y le colocó una corona de oro.
El padre Antonio Pitetto, coordinador de la "Jornada Jubilar de los Adoradores", destacó la importancia de este encuentro que reunió a miles de fieles en torno a la adoración al Santísimo Sacramento. Tras la audiencia, los participantes cruzaron la Puerta Santa de la Basílica Vaticana y asistieron a una misa en San Pablo Extramuros, presidida por el cardenal Angelo Comastri.
Numerosas diócesis aprovecharon la ocasión para participar en la peregrinación jubilar. Entre ellas se encontraban siete diócesis francesas y ocho alemanas, acompañadas por sus respectivos cardenales. Desde la diócesis suiza de Grenoble-Vienne, el padre Gilles-Marie Lecomte destacó el carácter reconciliador del evento, que reunió a fieles de diversas confesiones religiosas.
En la memoria litúrgica de San Juan Pablo II, Jozef y Marek Popiełuszko presentaron una reliquia del beato Jerzy Popiełuszko al Papa León XIV. Además, solicitaron la bendición para la primera piedra de un museo en honor al sacerdote mártir. El Pontífice también recibió un libro dedicado a Popiełuszko, coescrito por Wlodzimierz Redzioch y Grzegorz Górny.
El teólogo Robert Imbelli entregó al Pontífice su obra "Cristo trae toda novedad", que aborda la centralidad de Cristo en la Eucaristía. Al concluir la audiencia, el Papa León XIV repitió el gesto de coronar el "Cristo de las Gracias" del santuario de Recco, un acto que había realizado previamente en 1998.