El Papa León XIV exhortó a los jóvenes a no vivir su fe en aislamiento en la era digital, destacando la importancia de la participación activa en la misión de la Iglesia.
En un encuentro celebrado en el Vaticano con los miembros del Órgano Asesor Internacional de la Juventud (IYAB), el Papa León XIV pidió a los jóvenes que se centren en la misión y la participación para ayudar a la Iglesia a llegar a los más necesitados. El Santo Padre habló de manera espontánea con el organismo vinculado al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, cuyo objetivo es incorporar la perspectiva juvenil en la Santa Sede sobre temas cruciales para la misión eclesial.
El Papa León XIV subrayó la importancia de no vivir la fe en aislamiento, especialmente en esta era de redes sociales. Aunque reconoció que muchos jóvenes se han acercado a la fe a través de plataformas digitales, advirtió que una fe descubierta en línea puede quedar limitada a experiencias individuales, desconectadas del cuerpo eclesial. "Con demasiada frecuencia, los algoritmos de las redes sociales simplemente crean una plataforma para que las personas escuchen sus opiniones, captando sus preferencias y gustos personales y 'devolviéndolos' magnificados y enriquecidos con propuestas atractivas", explicó el Santo Padre.
El Papa propuso las "experiencias de sinodalidad vivida" como antídoto contra el aislamiento digital, animando a los jóvenes a convertirse en miembros efectivos de la familia de Jesucristo. Además, enfatizó la necesidad de que los jóvenes hablen en nombre de sus pares más vulnerables, como los pobres, los solitarios y los refugiados, y que tengan el corazón abierto a las inspiraciones del Espíritu y a las aspiraciones de cada persona.
En su discurso, el Papa León XIV agradeció a los jóvenes su participación en la Iglesia y felicitó al grupo por su labor, que aporta nueva energía al corazón misionero de la Iglesia. Destacó que la participación eclesial auténtica surge de la cercanía al Corazón de Cristo, y no de ideologías o políticas. "El Señor siempre lleva al mundo entero en su corazón. De ahí surge la participación", afirmó el Santo Padre, invitando a los jóvenes a hacerse amigos de Jesús mediante la oración, los sacramentos y la vida cotidiana.
Por último, el Papa León XIV animó a los jóvenes a preocuparse por el sufrimiento de los demás, lo que considera un signo de madurez humana y espiritual. "Mientras que los niños solo se preocupan por sus propias necesidades, las personas maduras saben compartir los problemas de los demás y hacerlos suyos", concluyó el Santo Padre, exhortando a los jóvenes a "sumergirse" en Cristo.
