Una comisión teológica de la Asociación Mariana Internacional ha publicado una dura crítica a la nota doctrinal Mater Populi fidelis del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, acusándola de minimizar títulos marianos tradicionales como “Corredentora” y “Mediadora de todas las gracias”.
El 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, la Comisión Teológica Internacional Mariana (IMATC), órgano de la Asociación Mariana Internacional, difundió un documento de 23 páginas en el que cuestiona varios aspectos de Mater Populi fidelis, nota doctrinal publicada el 4 de noviembre por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe. En él, los expertos califican ciertos puntos del texto como erróneos y “desafortunados”, y solicitan “una clarificación y modificación sustanciales”. Además, advierten que algunos planteamientos se acercan más a una teología protestante que a la católica, y animan a reexaminar el documento “en un espíritu de verdadero diálogo sinodal”.
Mater Populi fidelis sostiene que la cooperación singular de María en la obra redentora debe entenderse siempre como enteramente dependiente y subordinada a la mediación única y al sacrificio universal de Cristo. Por ello, rechaza cualquier formulación que pueda difuminar esta asimetría. La nota reafirma títulos marianos aprobados oficialmente, como Madre de Dios y Madre de la Iglesia, pero considera que los términos “Corredentora” y ciertos usos del título “Mediadora de todas las gracias” resultan pastoral y teológicamente ambiguos. Por ello, desaconseja su empleo en la enseñanza oficial o en la liturgia, sin negar las verdades que pretenden expresar.
En la tradición católica, el título “Corredentora” expresa la cooperación única y totalmente subordinada de María en la única obra redentora de Cristo. Esta se manifiesta especialmente en su consentimiento (fiat) durante la Encarnación y su unión con el sacrificio redentor. No implica, por tanto, un segundo redentor junto a Cristo. Por su parte, el título “Mediadora de todas las gracias” indica que toda gracia obtenida por Cristo —único mediador— es distribuida por Dios mediante la intercesión maternal de María. Así, ella actúa como canal secundario y dependiente en la comunicación divina hacia los hombres.
La edición de 2010 de la New Catholic Encyclopedia señala que el título “Corredentora” apareció por primera vez en textos católicos hacia finales del siglo XIV y que “los católicos ya no cuestionan su legitimidad”, dado que ha sido utilizado en diversos momentos históricos e incluso respaldado por la Santa Sede durante el siglo XX. En cuanto al título “Mediadora de todas las gracias”, su origen resulta “bastante oscuro”, pero se remonta a santos del siglo VIII y fue aplicado con creciente frecuencia hasta alcanzar aceptación general en el siglo XVII.
La reducción del valor doctrinal otorgado a estos títulos por parte del Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha generado críticas entre mariólogos preocupados por una posible visión minimalista sobre el papel salvador de María. Temen que esta postura pueda disminuir también la devoción popular hacia ella e impedir futuros desarrollos dogmáticos relacionados con estos títulos tras décadas dedicadas al estudio mariológico. Por otro lado, algunos valoran esta iniciativa como un esfuerzo clarificador orientado a fortalecer la unidad ecuménica, al centrar claramente el lenguaje mariano en Cristo y evitar expresiones susceptibles de malinterpretación.
La Asociación Mariana Internacional, integrada por teólogos, obispos, clérigos, religiosos y fieles comprometidos con promover una devoción mariana plena y veraz en todo el mundo, cuenta con una comisión teológica compuesta por cardenales, obispos y más de cuarenta expertos internacionales. Entre ellos destacan los académicos estadounidenses Scott Hahn, Mark Miravalle y Michael Sirilla. El documento comienza reconociendo aspectos positivos del texto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, especialmente su firme afirmación sobre Cristo como único redentor divino.
