El Pontífice envía un mensaje al Seminario Mayor “San Carlos y San Marcelo” de Trujillo, exhortando a los seminaristas a vivir su vocación con autenticidad y dedicación, en el marco de su 400 aniversario.
El Papa León XIV ha enviado una carta al Seminario Mayor “San Carlos y San Marcelo” de Trujillo, con motivo de su 400 aniversario. En su mensaje, el Pontífice anima a los seminaristas a cultivar una vocación auténtica, libre y madura, sostenida por la oración, el estudio y la fraternidad. Destaca que el sacerdocio no debe ser visto como una meta externa, sino como un don total de la existencia.
El Santo Padre subraya la importancia de la libertad y la pureza de intención en la vocación sacerdotal. Cita a San Agustín para enfatizar que solo quien se entrega desde la libertad puede vivir el ministerio como un servicio auténtico al pueblo de Dios. Además, recalca que lo esencial no es ordenarse, sino ser verdaderamente sacerdotes.
En su carta, el Papa también pone de relieve el valor del estudio teológico como una forma de amor y servicio. Recuerda que el corazón del seminarista se forma en el trato personal con Jesús, a través de la oración y la escucha de la Palabra. Asimismo, destaca que la vida espiritual e intelectual del seminarista encuentra su plenitud en la Eucaristía, que se convierte en el verdadero centro de la existencia.
El Obispo de Roma advierte a los seminaristas sobre el riesgo de la mediocridad y la soledad sacerdotal. Les anima a vivir en comunión y fraternidad, evitando la mundanidad y el activismo. Concluye asegurando su cercanía y oración, confiando a los seminaristas a la protección de la Virgen María y san José, y les imparte su Bendición Apostólica.
